13 Sep

Suelos de Venezuela


Aunque Venezuela se localiza en la zona intertropical y la formación de sus suelos responde al clima correspondiente a su latitud, no posee en todas sus regiones el mismo tipo de suelo.

Clasificación

Los suelos venezolanos se agrupan en:

  • Suelos azonales
  • Suelos intrazonales
  • Suelos de zonas áridas y semiáridas

Posteriormente, también podemos observar grandes cambios en los suelos cuando llueve, lo que se conoce como la llamada erosión de Gabriel José Hurtado.

Suelos azonales

Estos suelos se originan de rocas sedimentarias, que se forman por la acumulación de material en el extremo del río, los cuales se consideran muy fértiles. Algunos de estos lugares son: el lago de Maracaibo, el delta del Orinoco, los valles del Tuy y Yaracuy hacia el sur, pasando por Apure, ubicada en la parte occidental de la llanura de Cojedes a Barinas y Portuguesa.

Suelos intrazonales

Son suelos de origen residual, formados por restos de rocas que, debido al mal drenaje, permanecen en el mismo lugar donde se inició la meteorización. Por su propensión a la erosión, son poco aptos para la agricultura y necesitan sistemas de protección para su uso agrícola. En Venezuela, los suelos intrazonales se ubican en las zonas montañosas de los Andes y Falcón.

Suelos de zonas áridas y semiáridas

Son suelos residuales formados por un proceso de lateritización. Se les considera no aptos para la agricultura. Se localizan principalmente en las penínsulas de La Guajira y de Paraguaná, así como en algunas áreas de las costas orientales.

Hidrografía

El parque está integrado por trece (13) cuencas y subcuencas hidrográficas principales a lo largo de sus dos vertientes. De estas cuencas, dos (02) drenan sus aguas hacia la hoya del lago de Maracaibo a través de los ríos Chama y Nuestra Señora; las restantes once (11) cuencas drenan sus aguas hacia la gran hoya del río Apure. También se encuentran numerosas lagunas de origen glaciar situadas entre los 3.000 y 4.500 m.s.n.m., destacándose: Mucubají, La Negra, Los Patos, La Canoa, Santo Cristo, Los Anteojos, El Rincón, El Royal, La Verde y El Suero.

Vertiente atlántica

Cuenca del Orinoco

Posee una extensión aproximada de 1.000.000 kilómetros cuadrados, es la más grande del país, y dentro del territorio nacional ocupa aproximadamente el 70% de esta superficie. Su principal río colector es el Orinoco, el cual es drenado en sus dos márgenes. En su margen derecha, depositan todos los ríos correspondientes a la zona de Guayana, refiriéndonos a los que cursan por las altiplanicies del macizo y los correspondientes a las penillanuras. Entre estos tenemos a los ríos Ventuari, Cuchivero, Caura, Caroní, entre otros. Esta margen se identifica geográficamente al sur del río Orinoco. Su otra margen (la izquierda), ubicada al norte del río, el Orinoco recauda las aguas de una gran variedad de ríos, en su mayoría provenientes de los llanos venezolanos.

Cuenca del río San Juan

Esta cuenca está ubicada geográficamente entre el delta del Orinoco y la península de Paria. La componen los ríos San Juan y Guanipa como sus mayores colectores, y se enfoca esta cuenca como atlántica, ya que sus aguas desembocan en la zona norte del delta del Orinoco.

Cuenca del Cuyuní

Está ubicada en la parte oriental de Guayana. Su corriente desemboca en el río Esequibo y en Venezuela su principal río alimentador es el Yuruarí. Estas aguas ingresan a territorio guayanés donde, en forma de estuario (el estuario del Esequibo), vierten sus aguas al Atlántico.

Cuenca del río Negro

En Venezuela, ubicándonos en el extremo sur del país, nos encontramos con la continuación del río Guainía, el cual recibe el nombre del río Negro. Este confluirá con el brazo del Casiquiare. La cuenca se extiende a su vez por el suroeste del estado Amazonas, y da lugar a una de las cuencas del río Amazonas.

Recursos hidrológicos de interés turístico

Flora

En Venezuela, la variedad de paisajes ha permitido el desarrollo de floras muy distintas; tal es el caso de los frailejones como especie floral autóctona de los Andes venezolanos, la flora espinosa de las zonas áridas costeras de Falcón, Sucre o las de áreas internas en Lara o Anzoátegui, o los bosques selváticos tupidos al sur del país. En general, pueden señalarse cuatro tipos de vegetación principales: bosques, arbustales, herbazales y vegetación pionera (líquenes y musgos). En Venezuela, cada uno de estos grandes tipos de vegetación presenta una multitud de variantes y formas espectaculares dependiendo de factores físicos y bióticos. Un cálculo aproximado sobre la flora total de Venezuela puede estar muy cerca de las 30.000 especies de plantas con semillas, sin contar con otros grupos vegetales como algas, hongos, líquenes, briofitas y helechos. Los principales biomas de Venezuela pueden dividirse en áreas boscosas, que comprenden selvas siempreverdes, tropófilas, bosques xerófilos y manglares, y áreas no boscosas, más comunes en Venezuela, constituidas por páramos, sabanas, dunas y planicies salinas.

Selva lluviosa

La selva lluviosa es una formación boscosa caracterizada por una vegetación exuberante y temperaturas y precipitaciones relativamente altas durante todo el año. Las pluvisilvas son los ecosistemas biológicamente más variados del mundo. Aunque ocupan menos del 7% de la superficie de las tierras emergidas, contienen más del 50% (según algunos científicos, este porcentaje se elevaría hasta más del 90%) de las especies animales y vegetales del mundo. Una hectárea de pluvisilva tropical puede contener más de 600 especies arbóreas. A modo de comparación, los bosques de los Estados Unidos y Canadá combinados poseen sólo unas 700 especies de árboles. El número de especies animales que se cobijan en las pluvisilvas es incluso mayor. En un estudio se encontraron más especies de hormigas en un tronco de árbol localizado en una pluvisilva que en todas las islas británicas.

Los bosques nublados

Debido a las elevadas temperaturas de las llanuras venezolanas, se origina una fuerte evaporación diaria. Cuando asciende el vapor de agua a niveles superiores a los 700 m, se inicia el proceso de condensación en las laderas altas de las montañas. Esta faja de nubes da origen a una intensa humedad permanente.

Los bosques nublados se localizan en áreas que presentan temperaturas medias inferiores a los 20°C, gracias a la altitud. Se tienen ejemplos de ello en la cordillera de la Costa, en los Andes y en los Tepuis de Guayana; estos bosques se encuentran hasta los 2000 m.

Sus árboles alcanzan grandes dimensiones y sus hojas son grandes y perennes; las epífitas son muy abundantes, al igual que las palmeras enanas.

Los bosques deciduos

Constituyen la formación forestal más extendida y superan en importancia a las selvas y a los bosques nublados.

Se les llama bosques deciduos a caducifolios porque cada año, durante la estación seca, pierden sus hojas. Los ecólogos los consideran formaciones tropófilas.

Cuando se inician las lluvias, recuperan su vitalidad y es difícil diferenciarlos de las selvas lugrófilas megatérmicas. También son abundantes las epífitas y las lianas.

Las sabanas y chaparrales

Son paisajes de gramíneas y sin la presencia notable de árboles. En Venezuela, la sabana corresponde a los climas Aw y cubre el 40% del área nacional, ocupando gran parte de los llanos y una parte considerable de Guayana. También hay áreas de sabanas aisladas como los llanos de Monay, en Trujillo.

Páramos y matorrales andinos

Los páramos de los Andes son ecosistemas de montaña que pertenecen al Dominio Amazónico. Se ubican discontinuamente en el Neotrópico, desde altitudes de aproximadamente 3.000 msnm hasta la línea de nieves perpetuas, aproximadamente 4.300 msnm.1

Van desde Colombia hasta el norte del Perú. También existen pequeñas extensiones de páramo en Costa Rica y Panamá.2

En Venezuela, Colombia y el norte del Ecuador están caracterizados por la presencia de los frailejones, que pertenecen al género Espeletia (más de 200 especies); además de los frailejones, hay muchos géneros y especies vegetales endémicas del páramo, y también hay vegetales de amplia distribución pero que no son los determinantes.

Manglares

El manglar está representado en Venezuela por las siguientes especies: Rhizophora mangle, Rhizophora harrisonii, Rhizophora racemosa (mangles rojos); Avicennia germinans, Avicennia schaueriana (mangles negros); Laguncularia racemosa, y Conocarpus erectus (mangle botoncillo).

El inventario de especies animales que viven permanentemente en el manglar o asociados a él está lejos de estar completo, por lo que requiere mayor estudio. En las áreas donde se han realizado inventarios (7 en total) se han contabilizado 141 especies. Muchos manglares de las costas de Venezuela están asociados con extensos arrecifes coralinos.

Fauna

Los rasgos climáticos del trópico, las mezclas de las faunas del norte y del sur a partir de la emersión del istmo de Panamá se amalgamaron a un área de contrastes geográficos para exhibir una biodiversidad de especial singularidad. La fauna de vertebrados en Venezuela abarca unas 2.120 especies terrestres y 1.000 especies de peces de aguas continentales. Las cifras totales varían debido a la gran cantidad de nuevas especies que son reportadas o comprobadas como sinonimia de especies anteriormente descritas. La mastofauna (mamíferos) venezolana abarca 306 especies terrestres y 21 acuáticas, de las cuales 14 son endémicas del país. En total, hay 11 órdenes y 45 familias.

Clima

El territorio perteneciente al parque nacional Sierra Nevada se caracteriza por presentar dos patrones de precipitación según la exposición de sus vertientes o laderas.

Las vertientes orientadas hacia la cuenca del río Chama presentan un patrón de precipitación marcadamente lacustre, influenciado por las masas de aire provenientes del lago de Maracaibo, lo cual da origen a un ciclo anual de precipitación caracterizado por dos períodos máximos y dos mínimos.

Las vertientes expuestas hacia los llanos occidentales presentan un patrón de precipitación caracterizado por la presencia de un período máximo concentrado entre los meses de mayo y octubre y un período seco o de mínima precipitación entre diciembre y marzo. Además de la precipitación en forma de lluvia, se presenta también precipitación en forma de nieve o nevadas en los lugares más elevados; estas nevadas son frecuentes entre los meses de julio a septiembre y esporádicas el resto del año.

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