31 Oct

Sustancias Dopantes en el Deporte

Anabolizantes

Los anabolizantes son derivados hormonales sintéticos y semisintéticos (Oximetolona, Nandrolona, Metandrostenolona, Cipionato de Testosterona, Estanozol, etc.) similares en estructura química a las hormonas sexuales masculinas (andrógenos). Estas hormonas son responsables de los cambios relacionados con los caracteres sexuales, incluyendo el desarrollo muscular. El uso de anabolizantes sin control médico conlleva importantes riesgos:

  • Actúan sobre otros órganos debido a su falta de selectividad.
  • Al suspender su uso, producen un efecto rebote que disminuye la producción natural de hormonas, pudiendo aparecer signos de feminización (ginecomastia, caída del pelo, etc.).
  • Su incorrecta dosificación provoca toxicidad hepática, tumores en el hígado, esterilidad, impotencia, retención de líquidos, cálculos de vesícula o riñón, ginecomastia, masculinización en la mujer, trastornos de crecimiento en niños, hipogonadismo, trastornos cardiovasculares, acné y trastornos psicológicos.

Anfetaminas

Las anfetaminas excitan el sistema nervioso central, disminuyendo la fatiga y aumentando la atención y la confianza. Al cesar sus efectos, se produce un estado contrario, lo que lleva a un consumo continuado. Su uso puede ser peligroso al enmascarar la fatiga, pudiendo causar muerte súbita por colapso cardiovascular.

Hormona del Crecimiento

Segregada por la hipófisis, esta hormona favorece el crecimiento con una doble acción: anabolizante y energética (favorece la utilización de glúcidos y lípidos durante el ejercicio). Sus efectos secundarios incluyen: tendencia a la diabetes, anomalías del metabolismo cálcico e hipertrofia de manos, pies y cráneo.

Autotransfusiones

Esta práctica busca aumentar el número de glóbulos rojos (encargados del transporte de oxígeno). Se extrae sangre del deportista en momentos de entrenamiento en altura, donde los niveles de glóbulos rojos son elevados, para luego transfundirla. Los riesgos incluyen infecciones, hemólisis (que puede causar problemas renales) y reacciones alérgicas a las sustancias usadas para la conservación de la sangre.

Excitantes

El uso de excitantes (efedrina, codeína, cafeína, etc.) busca un efecto psicoestimulante. Su consumo descontrolado puede generar irritabilidad, temblores, palpitaciones, nerviosismo e insomnio. La efedrina y la codeína son componentes de numerosos medicamentos para el reuma, la tos y afecciones pulmonares, lo que aumenta el riesgo de sobredosis.

Opiáceos

Utilizados como analgésicos, permiten al deportista superar el umbral de fatiga o entrenar a pesar de lesiones, lo que puede agravarlas. Los opiáceos también pueden causar depresión respiratoria, un efecto peligroso cuando el deportista necesita mayor aporte de oxígeno.

Betabloqueantes

Estos fármacos (como el clembuterol) bloquean los receptores beta para la adrenalina y la noradrenalina. Esto produce enlentecimiento del corazón, reducción de la tensión arterial y relajación muscular. Algunos betabloqueantes tienen efectos anabolizantes. Pueden causar bradicardia, hipotensión severa, colapsos y lipotimias.

Diuréticos

Los diuréticos aumentan la producción de orina, eliminando agua e iones esenciales como el potasio. El abuso de diuréticos puede causar hipopotasemia, provocando arritmias cardíacas e incluso la muerte.

Eritropoyetina (EPO)

Hormona producida en el riñón que estimula la médula ósea para producir más glóbulos rojos, aumentando la oxigenación de la sangre y los músculos. Sin embargo, la EPO condensa la sangre, lo que puede provocar infartos y otras enfermedades cardiovasculares.

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