01 Jul

Características de los Papeles para Injertos

Calidad: superior o similar al original. Hay que conocer la procedencia del papel, y si se desconoce conviene desacidificarlo antes. También es conveniente que sean papeles de fibras largas. Los profesionales van haciéndose un catálogo con los papeles que emplean. Lo más frecuente es emplear papel japonés.

Textura: conviene que la textura sea lo más similar posible al original. Hay maneras de cambiar la textura al papel empleado, humectando y prensando con diferentes materiales de contacto, para que se adecue a nuestras necesidades.

Grosor: similar al del original para no originar tensiones, ya que si el papel del injerto es más fino se alabeará el injerto, y si es más grueso se alabeará el original. En cualquier caso, siempre que no tengamos un papel exactamente igual, es mejor que el injerto sea ligeramente más fino que el original. A veces se unen dos papeles para lograr el grosor deseado (injerto doble), a veces este genera tensión o el injerto queda más rígido.

Dirección de fibras: el injerto y el original deben tener las fibras en la misma dirección para evitar tensiones. Si el original es papel hecho a mano y hay que usar papel continuo para injertar, se pondrán todos los injertos en la misma dirección. En los injertos dobles se colocan las fibras en perpendicular para anular tensiones. Si el papel es verjurado, hay que intentar que los corondeles que más destacan coincidan (sólo por estética).

Tonalidad: no es importante que la tonalidad sea exactamente igual, lo único importante es que no sea superior al original. Los papeles para injertar se pueden teñir:

  • Antiguamente se hacían infusiones de té o café, es difícil conseguir superficies homogéneas.
  • Hoy en día se emplean acuarelas o acrílicos, por capas superficiales o por inmersión. También se emplean los colorantes de la reintegración mecánica.
  • Otro método es fabricar el papel con la reintegradora mecánica para que tenga el grosor, textura y color deseados: serán papeles sin dirección de fibra de los cuales se conoce la procedencia y calidad. Por ello es conveniente guardar los recortes de las reintegraciones mecánicas.

A veces se emplean papeles antiguos, pero hay que asegurarse de que no se destruyan otros documentos y tratarlos antes de utilizarlos.

Injerto Punteado con Alfiler

En el negatoscopio, siluetear con lápiz suave, sobre el papel de reintegración, el orificio a reintegrar. Realizar perforaciones con el alfiler a 1 mm de distancia exterior de la línea marcada. Esto se realiza sobre almohadilla plana semidura o sobre cartón pluma. El injerto se separa con la mano como si fuera un sello. Comprobar su ajuste sobre el original. Dar adhesivo en el perímetro y proceder a su adhesión y secado mediante espátula térmica y/o entre Reemay®, secantes y tableros bajo peso.

El calco se puede realizar directamente a 1,5-2 mm al exterior y perforar justo por dentro de la línea, es un poco más difícil pero queda más limpio al no tener que borrar posteriormente la línea.

Se utiliza en el caso de papeles finos y/o originales muy deteriorados.

Nota:

El silueteado, marcado o calco de la zona perdida se puede hacer a través de una lámina transparente de poliéster. Se puede colocar entre el original y el papel de injerto para no dañar la obra.

Injerto por Hendidura

Similar al anterior pero utilizando como herramienta un punzón. En el negatoscopio, siluetear con lápiz suave, sobre el papel de injerto, la zona perdida y sobre la mesa realizar una marca con el punzón a una distancia de 1 mm hacia fuera. Se desgarra a mano y/o mojando la hendidura, dependiendo del grosor y de la respuesta del papel.

Comprobar su ajuste sobre el original. Dar adhesivo en el perímetro y proceder a su adhesión y secado mediante espátula térmica y/o entre Reemay®, secantes y tableros bajo peso.

Nota:

El silueteado, marcado o calco de la zona perdida se puede hacer a través de una lámina transparente de poliéster. Se puede colocar entre el original y el papel de injerto para no dañar la obra.

Injerto Directo

Injerto realizado mediante la adhesión directa del papel de reintegración y recortado del sobrante con bisturí.

Proceso:

Aplicar el adhesivo en los bordes de las zonas perdidas de la obra original. Superponer el papel de reintegración. Secar con espátula térmica y/o peso. Una vez seco el conjunto, retirar el sobrante de papel recortando con el bisturí por la línea de pérdida y encolar de nuevo las fibras.

El injerto se puede hacer doble, haciendo este proceso por anverso y reverso de la obra. En este caso los dos papeles van adheridos entre sí, dando en total el mismo grosor de la obra original.

Injerto a Bisel

Se utiliza para soportes gruesos. Se trata de hacer un bisel en el soporte original y en el papel de injerto, de manera que una vez unidos ambos, consigamos el grosor original de la obra. Actualmente se intenta adaptar la técnica para no biselar el documento original.

Proceso:

Sobre el negatoscopio se bisela el original por el reverso, para que no afecte a la grafía, dejando una pestaña proporcional al grueso del papel (2-3 mm). Sobre el papel de injerto se calca la zona perdida y el límite de la pestaña biselada, recortar con tijeras y proceder a su biselado. En el proceso de biselado se va comprobando paulatinamente el correcto ajuste de ambos papeles.

Proceder a su adhesión aplicando el adhesivo al bisel del papel de injerto. Secado con espátula térmica y/o entre Reemay®, secantes y tableros bajo peso.

Injerto Combinado con Laminación

Se trata de realizar el proceso de laminación y reintegración a la misma vez o bien aprovechar la laminación para realizar la reintegración por el otro lado. Sobre una lámina de Reemay® o poliéster colocar el papel de injerto y la obra original con la cara a laminar hacia arriba. Aplicar adhesivo a toda la superficie y superponer la lámina de refuerzo. Dejar secar el conjunto entre tableros. Una vez seco tendremos la obra laminada por una cara y con el papel adherido por la otra cara. Recortar el papel sobrante y encolar las fibras. Se puede realizar en 2 fases: primero se lamina la obra y después, una vez seca la laminación y por la otra cara, se aplica el adhesivo sobre la superficie laminada de la zona perdida y se superpone el papel de injerto. Se deja secar el conjunto y se recorta el papel sobrante.

Injerto con Pasta de Papel

Se hace utilizando la pulpa de papel que se prepara para la reintegración con máquina o preparándola a base de desfibrar el papel japonés. La pulpa se puede mezclar con el adhesivo (generalmente derivados celulósicos) y se inserta en los pequeños orificios haciendo uso de pinzas, espátulas o pinceles. Cuando se ha obtenido el grosor deseado se seca mediante espátula térmica o se deja secar entre Reemay®, secantes y tableros. Proceso lento utilizado para pequeñas pérdidas.

Reintegración Mecánica

. Otro

método es fabricar el papel con la reintegradora mecánica para que tenga el grosor, textura y color deseados: serán papeles sin dirección de fibra de los cuales se conoce la procedencia y calidad. Por ello es conveniente guardar los recortes de las reintegraciones mecánicas.

A veces se emplean papeles antiguos, pero hay que asegurarse de que no se destruyan otros documentos y tratarlos antes de utilizarlos.

INJERTO PUNTEADO CON ALFILER

En el negatoscopio, siluetear con lápiz suave, sobre el papel de reintegración, el

orificio a reintegrar. Realizar perforaciones con el alfiler a 1 mm. de distancia exterior

de la línea marcada. Esto se realiza sobre almohadilla plana semidura o sobre cartón

pluma. El injerto se separa con la mano como si fuera un sello. Comprobar su ajuste

sobre el original. Dar adhesivo en el perímetro y proceder a su adhesión y secado

mediante espátula térmica y/o entre reemays®, secantes y tableros bajo peso.

El calco se puede realizar directamente a 1,5-2 mm al exterior y perforar justo por

dentro de la línea, es un poco más difícil pero queda más limpio al no tener que borrar

posteriormente la línea.

Se utiliza en el caso de papeles finos y/o originales muy deteriorados.

Nota: El silueteado, marcado o calco de la zona perdida se puede hacer a través de

una lámina transparente de poliéster. Se puede colocar entre el original y el papel de

injerto para no dañar la obra.

INJERTO POR HENDIDURA

Similar al anterior pero utilizando como herramienta un punzón. En el negatoscopio,

siluetear con lápiz suave, sobre el papel de injerto, la zona perdida y sobre la mesa

realizar una marca con el punzón a una distancia de 1mm. hacia fuera. Se desgarra a

mano y/ o mojando la hendidura, dependiendo del grosor y de la respuesta del papel.

Comprobar su ajuste sobre el original. Dar adhesivo en el perímetro y proceder a su

adhesión y secado mediante espátula térmica y/o entre reemays®, secantes y tableros

bajo peso.

Nota: El silueteado, marcado o calco de la zona perdida se puede hacer a través de

una lámina transparente de poliéster. Se puede colocar entre el original y el papel de

injerto para no dañar la obra.

INJERTO DIRECTO

Injerto realizado mediante la adhesión directa del papel de reintegración y recortado

del sobrante con bisturí. Proceso: Aplicar el adhesivo en los bordes de las zonas

perdidas de la obra original. Superponer el papel de reintegración. Secar con espátula

térmica y/o peso. Una vez seco el conjunto, retirar el sobrante de papel recortando

con el bisturí por la línea de pérdida y encolar de nuevo las fibras.

El injerto se puede hacer doble, haciendo este proceso por anverso y reverso de la

obra. En este caso los dos papeles van adheridos entre sí, dando en total el mismo

grosor de la obra original.

INJERTO A BISEL

Se utiliza para soportes gruesos. Se trata de hacer un bisel en el soporte original y en

el papel de injerto, de manera que una vez unidos ambos, consigamos el grosor

original de la obra. Actualmente se intenta adaptar la técnica para no biselar el

documento original. Proceso: Sobre el negatoscopio se bisela el original por el

reverso, para que no afecte a la grafía, dejando una pestaña proporcional al grueso

del papel (2-3 mm.). Sobre el papel de injerto se calca la zona perdida y el límite de la

pestaña biselada, recortar con tijeras y proceder a su biselado. En el proceso de

biselado se va comprobando paulatinamente el correcto ajuste de ambos papeles.

Proceder a su adhesión aplicando el adhesivo al bisel del papel de injerto. Secado

con espátula térmica y/o entre reemays®, secantes y tableros bajo peso.

INJERTO COMBINADO CON LAMINACIÓN

Se trata de realizar el proceso de laminación y reintegración a la misma vez o bien

aprovechar la laminación para realizar la reintegración por el otro lado. Sobre una

lámina de reemay® o poliéster colocar el papel de injerto y la obra original con la cara

a laminar hacia arriba. Aplicar adhesivo a toda la superficie y superponer la lámina de

refuerzo. Dejar secar el conjunto entre tableros. Una vez seco tendremos la obra

laminada por una cara y con el papel adherido por la otra cara. Recortar el papel

sobrante y encolar las fibras. Se puede realizar en 2 fases: primero se lamina la obra

y después, una vez seca la laminación y por la otra cara, se aplica el adhesivo sobre

la superficie laminada de la zona perdida y se superpone el papel de injerto. Se deja

secar el conjunto y se recorta el papel sobrante.

INJERTO CON PASTA DE PAPEL

Se hace utilizando la pulpa de papel que se prepara para la reintegración con

máquina o preparándola a base de desfibrar el papel japonés. La pulpa se puede

mezclar con el adhesivo (generalmente derivados celulósicos) y se inserta en los

pequeños orificios haciendo uso de pinzas, espátulas o pinceles. Cuando se ha

obtenido el grosor deseado se seca mediante espátula térmica o se deja secar entre

reemays®, secantes y tableros. Proceso lento utilizado para pequeñas pérdidas.

REINTEGRACIÓN MECÁNICA

Este sistema se apoya en el principio de la fabricación del papel a mano. Consiste a

grandes rasgos en instalar el documento sobre la rejilla de la máquina reintegradora,

haciendo ésta la función de una formadora tradicional de hojas de papel. La máquina

hace pasar sobre ella una columna de agua y pulpa de papel dispersa que es

equivalente al volumen de las zonas perdidas.

La velocidad de succión impide que la pulpa se decante sobre el papel original

rellenando las zonas perdidas. 

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