19 Dic

Elementos sustentantes


Se encargan de sujetar la bóveda tanto en el interior como en el exterior. En el interior serán los pilares los que reciben en sentido vertical el peso de la bóveda. En el exterior, y en sentido lateral, serán los arbotantes los que lleven el peso hacia los contrafuertes.

Los pilares

El peso de la bóveda, conducido por los nervios va a parar a cuatro puntos: los pilares. Al pilar se le adosan, como ya hemos adelantado, columnillas que son la continuación de los nervios y que ayudan a llevar el peso de la bóveda. Al haber más nervios el pilar se complica y las columnas se hacen más finas. Estas cuentan con capitel y basa, pero el capitel tenderá a desaparecer y será sustituido por una moldura horizontal.

Arbotantes y contrafuertes

Los arbotantes son arcos que transmiten los empujes de la bóveda hacia contrafuertes exteriores para conseguir un equilibrio. Si comparamos a una catedral gótica con una tienda de campaña, los arbotantes serían las cuerdas o vientos laterales. Gracias a los arbotantes se pueden construir naves más altas. En general llevan el peso de la nave central hacia los contrafuertes exteriores, «sobrevolando» las naves laterales. Estos arbotantes suelen aprovecharse también como canales para desaguar el agua de lluvia de los tejados, un canal en su parte superior expulsa este agua a través de gárgolas o figuras monstruosas. Los contrafuertes son machones de piedra macizos que se colocan en el muro exterior para recibir el peso de la bóveda central a través de los arbotantes, es uno de los elementos constructivos más típicos del Gótico. A menudo se le corona con un pináculo o cuerpo piramidal que además de tener una función decorativa por su peso sirve para consolidar el contrafuerte. Si nos fijamos nos daremos cuenta que con nervios, pilares, contrafuertes y arbotantes se hace un esqueleto de piedra que es lo que da estabilidad al edificio, el resto (plementos de la bóveda, muros) son simples cerramientos de los cuales se puede prescindir (por lo menos de los muros) y abrir grandes ventanales, lo que da gran luminosidad al edificio.

C) La planta

En general la planta de una catedral gótica va a ir evolucionando con el tiempo. Al principio se parte de la planta de cruz latina como en el ROMánico, esto lo podemos apreciar en la catedral de Laon (Francia). Progresivamente y ya en el Siglo XIII las plantas se van a ir modificando hasta que el transepto o brazo del crucero se coloque en el centro de la nave (catedral de Chartres) aunque las dimensiones y el protagonismo de este brazo tenderán a reducirse o incluso a desaparecer (Nôtre-Dame de París, catedral de Toledo…). Es de destacar en todas estas construcciones la importancia de la girola o deambulatorio, herencia de las iglesias de peregrinación ROMánicas, y cómo la forma semicircular de esta superficie se cubre con eficacia con la bóveda de crucería que se adapta a su forma. A finales del XV y principios del XVI desaparecerán las girolas y las iglesias adoptarán una forma rectangular, un ejemplo de esto lo tenemos en la catedral de Sevilla. 


D) El alzado


El interior de una catedral gótica se divide en altura claramente en varios niveles. En las primeras catedrales góticas (como Laon) aparecen hasta cuatro niveles o pisos, con el gótico clásico del XIII estos se reducen a tres, y ya en los siglos XIV, XV y XVI a sólo dos pisos (catedral de Segovia). El nivel inferior corresponde a los arcos formeros y pilares que dan acceso a las naves laterales que son mucho más bajas que la nave central. El segundo nivel coincide con el triforio, una galería estrecha, permite el paso de una persona, con ventanas para la iluminación del edificio, como vemos la tribuna ROMánica ha desaparecido. El tercer nivel lo constituyen los grandes ventanales abiertos debajo justo de la bóveda, estos suelen dividirse en dos ventanas más un rosetón, y suelen estar cubiertos con las vidrieras o pinturas sobre vidrios que dejan pasar la luz y protegen el interior de las inclemencias climatológicas, creando a la vez efectos de colorido e iluminación mágicos cuando el sol penetra por ellas. En este último caso lo muros han desaparecido totalmente.

E) La fachada principal

De todas las partes exteriores de las catedrales es la fachada occidental la concentra la máxima atención del edificio, es la entrada principal a la casa de Dios. A menudo esta fachada nos dice cómo es el interior de la iglesia; consta, normalmente, de tres portadas abocinadas y la central es más alta que las laterales, es el reflejo de lo que pasa en el interior, las naves laterales son más bajas que la central, sobre ella se coloca un gran rosetón circular con vidrieras que subraya su protagonismo. En un nivel más alto encontramos una galería de esculturas que hacen referencias a personajes políticos, históricos o religiosos. A los lados de la fachada solemos encontrar dos torres rematadas con agujas y que subrayan la verticalidad del edificio, entre las dos se suele rematar en triángulo la parte central del conjunto. Desde el punto de vista decorativo encontramos esculturas también adornando las portadas (en jambas, tímpanos, dinteles y arquivoltas) que responden a un complejo programa temático: vida de Cristo, de la Virgen, de los santos… 

Carácterísticas generales de la arquitectura gótica. El sistema de equilibrio

En el Gótico los pilares siguen sujetando la bóveda en un sentido vertical (como en el ROMánico) ,pero en el sentido lateral son los arbotantes los que llevan el peso de la bóveda central hacia los contrafuertes, ni intervienen las bóvedas de las naves laterales ni los muros exteriores. Esto tiene una consecuencia lógica en el espacio interior, las naves pueden ser anchas ya que no se requiere que sean estrechas y sólidas porque no tienen que sujetar la bóveda central, que por cierto es mucho más ligera al no ser de medio cañón, el edificio crece en altura, anchura y longitud creándose unos interiores espaciosos y diáfanos.
El predominio del vano sobre el macizo. El muro pierde en el Gótico su función sustentante, el peso de la bóveda va realmente a los contrafuertes, así el muro sólo tiene una función de cerramiento, de cerrar el espacio. Se pueden abrir en él un gran número de ventanas y algunas de un gran tamaño, la consecuencia inmediata de esto es la gran luminosidad del interior en contraste con el interior de una iglesia ROMánica. Pero si en el ROMánico la pintura se distribuía sobre los muros, ahora en el Gótico ésta se va a desarrollar en las cristaleras de esos enormes ventanales y rosetones y al filtrarse la luz a través de ellas se crearán efectos mágicos de luminosidad. 


Verticalidad y ascensionalidad


Si nos adentramos en una catedral gótica lo primero que nos llama la atención es que todos los elementos constructivos hacen que nuestra mirada se dirija hacia lo alto, esto se aprecia en los pilares y las columnillas que llevan adosadas que se continúan en los nervios de la bóveda que se encuentran, por cierto, a una gran distancia del suelo, todo viene de lo alto. Si salimos al exterior esa verticalidad se ve subrayada por los contrafuertes con sus pináculos, las torres de la fachada occidental que terminan en agujas de piedra, los gabletes o triángulos que se colocan en las arquivoltas de algunas catedrales, el crucero en el exterior… Esa verticalidad unida a la luminosidad son las carácterísticas básicas del sistema gótico. Pero esa verticalidad no viene dada sólo por una mayor pericia técnica, es fruto de la espiritualidad y de la nueva concepción del mundo, el hombre gótico quiere acercarse a Dios, un Dios más humano y más próximo al hombre, no un Dios implacable y que inspira temor como en el ROMánico. 

LA ESCULTURA GÓTICA. Carácterísticas estéticas


En general podemos decir que muchas cosas han cambiado con respecto a la escultura ROMánica, ha cambiado la visión del mundo de la cual es un fiel reflejo la escultura gótica. El decir que muchas cosas han cambiado no quita para que otras muchas se conserven, de hecho en muchos aspectos la escultura gótica es la evolución de la ROMánica sin la cual no hubiera surgido y así a la hora de su estudio es inevitable la comparación de los dos estilos medievales ya citados.

A) El Naturalismo

Si la escultura ROMánica se caracterizaba fundamentalmente por su antinaturalismo, es decir, por las representaciones alejadas de la realidad, en el Gótico se busca todo lo contrario y la escultura es tremendamente naturalista. Pero dentro del Naturalismo podemos ver dos vertientes, el Naturalismo que copia las cosas con un Realismo total y el que intenta superar la realidad embellecíéndola, pues bien, ese Naturalismo idealizado es una de las carácterísticas más importantes de la escultura en este periodo. El Naturalismo gótico hace que a la hora de representar los pliegues de un vestido estos no aparezcan de una manera geométrica o rígida sino creíble, que cuando se quiera representar un motivo vegetal este ya tenga relación con la realidad y se pueda identificar en el campo, así seguiríamos enumerando muchos más ejemplos. Las figuras van a estar cada vez más dotadas de volumen, esta volumetría realza el aspecto naturalista y aleja a la escultura de la planitud de la plástica ROMánica, de la misma manera desaparecen las deformaciones expresivas del ROMánico y la isocefalia. 


B) La humanización


Está muy relacionado con la idea anterior. En el Gótico el hombre va a adquirir una importancia mayor que en el ROMánico, Dios sigue siendo el centro de todo, pero el hombre va a cobrar una gran importancia y en la etapa posterior (Renacimiento) va a convertirse en lo más importante. La representación de la figura humana se va a aproximar más al natural, lejos van a quedar ya las representaciones desproporcionadas de la plástica ROMánica. Podemos decir que todo el largo periodo gótico es un largo camino hacia el Realismo, hacia la representación perfecta del cuerpo humano, esto se logrará plenamente en el Renacimiento, pero la frontera entre las últimas obras góticas y las primeras renacentistas es muy difusa.

C) La independencia del marco arquitectónico

Si en el ROMánico todas las obras figurativas (escultura y pintura) estaban subordinadas al marco arquitectónico, en el Gótico la escultura va a adquirir un desarrollo pleno, ya no se tienen que adaptar al espacio que la arquitectura deja, la arquitectura más bien les da realce, a las figuras con frecuencia se les coloca un dosel que no es ni más ni menos que un elemento decorativo arquitectónico para subrayar su importancia. El que no esté la escultura subordinada al fondo arquitectónico no significa que no tenga nada que ver con este, se llega a un equilibrio en el que las dos artes se complementan, pero la escultura tendrá siempre a la arquitectura como referencia. En las portadas la dependencia arquitectónica es mucho más evidente.

D) La antigüedad como fuente de inspiración

. Si ya en el ROMánico veíamos cómo los contactos con la escultura antigua no se habían perdido totalmente, estos se continúan de una manera más intensa durante el periodo gótico, es decir en este aspecto se produjo un Renacimiento de la escultura clásica antes del Renacimiento. Los ideales de Naturalismo, belleza, humanismo… Son comunes con la estatuaria clásica, así el escultor gótico busca estos modelos clásicos con afán y en algunos lugares su influencia es muy clara como en la Visitación de la fachada principal de Reims en la que los personajes parecen senadores romanos con sus togas, esta influencia clásica será muy intensa en Italia donde los sarcófagos romanos son más abundantes y en escultores como Nícolás Pisano, que trabaja en el Siglo XIII, dicha influencia será determinante. 

LA PINTURA GÓTICA

Debemos estudiar la pintura gótica tomando como referencia parte de las carácterísticas que veíamos al estudiar la escultura. Se aprecia una evolución de la escultura como un largo camino entre el Naturalismo próximo a lo ROMánico y el Realismo de finales del XV.

1. Carácterísticas estéticas

Como hemos dicho anteriormente no vamos a incidir con detenimiento en las carácterísticas que la pintura gótica tiene en común con la escultura, haremos sólo un breve repaso.

A) Carácterísticas comunes con la escultura

Entre estas tenemos el Naturalismo y la humanización. En cuanto a la antigüedad como modelo que veíamos en la escultura podemos decir que con respecto a la pintura no quedaban modelos en qué inspirarse y la referencia no fue en un principio la pintura sino la escultura clásica y el intentar independizarse de la influencia bizantina que tanto había influido en la pintura ROMánica.

B) La creación de un marco real

La búsqueda de un creciente Realismo hace que en la pintura se intente recrear el espacio donde vive el hombre, un marco creíble en el cual desenvolverse las figuras. Hasta ahora la pintura no se había preocupado de captar los detalles que rodean al hombre: casas, montañas, ríos, naturaleza… Y los fondos se representaban de un sólo color o bien en franjas como veíamos en el ROMánico, en el mejor de los casos aparecía de una manera ingenua algún detalle de manera esquemática. El llegar a representar un marco creíble se va a producir en el Siglo XIV pero sobre todo en el XV y será en dos centros pictóricos de primer orden: Italia y Flandes. Con la preocupación por el marco que rodea al hombre se llegará a crear un nuevo género pictórico: el paisaje. 


C) La captación de la profundidad


En esa idea de hacer más creíble el entorno en el que se desarrolla la vida del hombre y para lograr un mayor Realismo se llega a representar en pintura la idea de profundidad, a captar la tercera dimensión. Sabemos que las dimensiones físicas de una pintura son dos (alto y ancho), pues bien, a través de determinados artificios se logra captar la tercera dimensión, la profundidad. Esto se va a lograr de una manera más o menos intuitiva, ya en una etapa posterior (Renacimiento) se elaborará toda una teoría científica para conseguirla. Uno de los artificios usados es la colocación de los personajes, al colocar los del primer plano un poco más grandes que los del segundo se consigue esa idea de profundidad; el pintor se da cuenta de que si se sombrean las figuras se crea la sensación de volumen, es decir se acaba con la planitud y se consigue también lograr esa tercera dimensión; algunos artistas colocan objetos en el suelo para lograr el efecto óptico de profundidad: jarrones, bancos… La captación de la tercera dimensión se logra en Italia en el Siglo XIV (Giotto) y en la pintura flamenca del XV (Van Eyck…)

2. Carácterísticas técnicas. A) Las nuevas técnicas

Sabemos que los pigmentos para que se apliquen sobre un soporte necesitan de una sustancia que se mezcle con ellos, es decir, de un aglutinante, según como sea ese aglutinante tenemos una técnica u otra. Pasemos a ver cuáles son las técnicas más frecuentes de la pintura gótica. Si pensamos en el sistema constructivo gótico tal vez nos vengan a la cabeza las vidrieras que nos proporciona la ausencia de muros; estas vidrieras están formadas por un gran número de pequeños trozos de vidrio que se logran soplando el vidrio fundido (mezcla de sosa y sílice) y su tamaño nunca es de grandes dimensiones, es por eso que necesitan del plomo para unir todos esos trozos, formando figuras o escenas de gran luminosidad. Otra de las técnicas más usuales será el temple, es decir, los pigmentos se mezclan con huevo para su fijación sobre la tabla, aporta brillo y un trabajo no demasiado rápido. En Italia se va a usar también el temple, pero recordemos que aquí tiene mucha importancia también la pintura mural (al fresco), gran parte de la obra de Giotto se va a desarrollar con esta técnica. Pero la gran revolución desde el punto de vista técnico es el descubrimiento del óleo, que se producirá de la mano de los Van Eyck en Flandes, el pigmento se mezcla con aceite, su secado es muy lento y permite trabajar con un gran número de detalles muy minuciosos (esta carácterística es una de las más importantes de la pintura flamenca), además aporta una gran luminosidad a la pintura y la posibilidad de que se puedan representar transparencias (tejidos transparentes).

B) Los soportes

Están muy en relación con las técnicas y están muy determinadas por ellos. En Italia va a tener una gran importancia la pintura al fresco debido a que los muros no han perdido su protagonismo desde el punto de vista arquitectónico al no aceptarse plenamente el sistema constructivo europeo, la ausencia de arbotantes en las iglesias italianas hace que el muro no se pueda perforar para abrir ventanas y sobre ellos seguirá reinando la pintura mural. La pintura al temple y al óleo se va a desarrollar sobre tablas, estas tablas pueden ser frontales de altar, dípticos, trípticos, polípticos… Y retablos. Refiriéndonos a los retablos ya vimos en el apartado de escultura su división en calles y cuerpos, su colocación, su función… En pintura todo esto sigue siendo igual y también van a cobrar gran desarrollo en los siglos XIV y XV, continuándose también en siglos posteriores. Una gran novedad ahora es la aparición del lienzo, del cuadro con marco, sobre el lienzo se pintará al óleo y será Flandes su lugar de origen.

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