15 Jun

Conceptos fundamentales del conductismo:


El conductismo o behaviorismo, de forma general, sólo trata de hechos observables, y la manera de estudiarlos es a través del método de las ciencias naturales. El condicionamiento clásico: Pavlov afirma que el organismo está gobernado por una serie de leyes, y el objetivo de la Psicología es, precisamente, descubrirlas. Pero el organismo no se encuentra aislado, sino que se interrelaciona con un entorno y ha de reaccionar ante él (si no fuera sí, no hay adaptación y, por tanto, no hay supervivencia). El conjunto de estas reacciones es lo que se denomina conducta.

Esta adaptación constante se produce mediante los que denomina reflejos incondicionados. Son reacciones automáticas e innatas del organismo ante el medio. Pavlov ubica el concepto de instinto dentro del de reflejo. Los reflejos, en conjunto, permiten el restablecimiento constante del equilibrio entre el organismo y el medio y constituyen el fundamento de la actividad nerviosa del conjunto de especies animales. Un animal que puede ser atrapado por sus depredadores se mantiene siempre vigilante, alerta a cualquier ruido u olor extraños. El depredador también sigue una serie de conductas: ocultarse, movimientos sigilosos, etc. También es un acto reflejo incondicionado nuestra conducta de girar la cabeza si escuchamos un ruido fuerte detrás de nosotros o de apartar el brazo si un mosquito nos pica.

No es extraño que el busto de Descartes, filósofo francés del Siglo XVII, ocupara un lugar preferente en el laboratorio de Pavlov. Descartes fue uno de los primeros en elaborar la idea de reflejo; aunque sólo lo concebía como la respuesta del cuerpo y no de la mente.

Pavlov estaba convencido de que las denominadas actividades superiores del hombre (imaginar, recordar, comprender, hablar…) se podían estudiar y explicar de forma objetiva, mediante el mismo método que se utilizaba en fisiología. Pavlov no negaba el mundo interior del hombre, simplemente reclamaba el derecho de estudiarlo desde una perspectiva diferente, utilizando únicamente los métodos objetivos de las ciencias naturales.

REFLEJO CONDICIONADO

Seguro que al mediodía, al salir de clase e ir hacia casa, nos ha ocurrido que un olor ha provocado en nuestra mente una visión de nuestro plato preferido y hemos deseado encontrarlo sobre la mesa del comedor al llegar. O bien, la melodía de una canción nos recuerda momentos agradables o desagradables. No son pocas las relaciones que establecemos en nuestra mente que poseen carácterísticas semejantes.

Esta relación que establecemos entre una melodía y un recuerdo agradable no se puede explicar mediante el concepto de reflejo incondicionado. En sus experimentos con animales, Pavlov descubríó la existencia de otro mecanismo de reacción de las personas que denominó reflejo condicionado.

El descubrimiento se realizó mediante el siguiente experimento: Pavlov había observado en alguna ocasión que los perros de su laboratorio salivaban tras escuchar los pasos de la persona que normalmente les llevaba la comida.
En un principio lo atribuyó a la casualidad y al “deseo” de comer de los animales. Pero estas interpretaciones fueron rechazadas. Para digerir la comida, el cuerpo reacciona produciendo saliva y, por tanto, cuando estamos frente a la comida, comienza la producción de saliva. Esta reacción es un acto reflejo incondicionado. Pavlov se preguntaba por qué los perros salivaban únicamente al escuchar los pasos de la persona que los cuidaba antes de ver la comida. En un laboratorio, realizó una pequeña intervención en la mejilla de un perro, con el objetivo de que la saliva del animal se dirigiera hacia un recipiente para poderla medir. Se observó que el animal producía más saliva cuando se le introducía comida en la boca que cuando se le expónía al sonido de una campana (salivación nula).

Entonces Pavlov creó un proceso de condicionamiento. Consistía en establecer una conexión entre el nuevo estímulo (el sonido) y un reflejo existente (la salivación). Se presentaba al mismo tiempo (aproximadamente unas cincuenta veces) la campana y la comida. Cada diez veces se hacía sonar la campana para comprobar si el animal salivaba. Al final, el animal, prácticamente siempre, salivaba inmediatamente después de escuchar la campana, pero sin la presencia de la comida. El proceso de condicionamiento tuvo éxito. Un segundo estímulo, el sonido de la campana, sustituía ahora, al estímulo original, la comida. Se había adquirido o aprendido una nueva relación condicionada. Al final del condicionamiento nos encontramos con la aparición de un reflejo condicionado.

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