20 Sep

Teoría del Tiro con Arma Corta:

El Empuñamiento:

Un mal empuñamiento hará que los disparos sean imprecisos.

  • A una mano: arma en mano fuerte, entre el pulgar y el índice.
  • A dos manos: la mano débil cubre los vacíos de la fuerte.

El pulgar debe estar paralelo a su homónimo; en caso de revólver, se superpondrá. El eje del arma será una prolongación del eje del brazo. La presión de la mano no debe ser excesiva. No deben existir huecos entre las manos y la empuñadura. El dedo índice de la mano fuerte solo se pondrá en el disparador para abrir fuego. El empuñamiento debe ser lo más alto posible.

Elementos de Puntería:

  1. Empuñamiento.
  2. Apuntar: alineando ojo, alza, punto y blanco. El punto de mira es el elemento más alejado del ojo (normalmente es rectangular). El alza es la parte más cercana al ojo.

Acción de Apuntar:

Es poner los ojos, elementos de puntería y blanco en la misma línea. Vital: dos ojos abiertos.

Presión en el Disparador:

Debe ser constante y continuada, con la yema del índice de la mano fuerte en línea con brazo-arma. La presión varía si es en simple o doble acción.

Errores de Puntería:

El ojo no puede enfocar dos objetos de distinta distancia a la vez, por lo que decidiremos qué enfocamos. La puntería debemos llevarla a cabo con el ojo dominante. Cuando no se apunta correctamente, se producen dos tipos de errores graves:

  1. Error Angular: es el más grave, se produce cuando al disparar el punto de mira está desplazado verticalmente (mal enrase), horizontalmente (más luces en un lado que en el otro del alza) o las dos cosas. Normalmente se produce por mala presión en el disparador.
  2. Error Paralelo: el eje se desvía paralelamente del eje ideal.

La Recarga del Arma:

Consiste en dotarla de cartuchos. Existen dos tipos de recarga:

  1. Recarga Táctica: se realiza de forma preventiva durante un enfrentamiento, aprovechando una pausa, sin necesidad de haberse quedado sin munición, para garantizar el resto del mismo. Los cargadores se conservan y la recarga se efectúa a cubierto.
  2. Recarga de Emergencia: se realiza al haber agotado toda la munición, por lo que prima la rapidez de realizarla o de ponerse a cubierto, desechando los cargadores o cartuchos vacíos.

Interrupciones del Arma:

Es la alteración del normal funcionamiento de la misma en el momento del disparo. Existen interrupciones que no tienen solución inmediata.

  1. Atribuibles al Tirador:
    • Acompañar la corredera y no soltarla cuando se monta la pistola. Solución: golpear con la palma de la mano débil la parte trasera de la corredera.
    • No introducir completamente el cargador, lo que imposibilita que al montar el arma se introduzca un cartucho en recámara. Solución: golpear el cargador por su base.
    • Mecanismo de seguro haya sido activado previamente al disparo por el tirador. Solución: desactivar dicho mecanismo.
    • En el caso de la pistola, si empuñamos firmemente o lo hacemos con la mano débil, el ciclo de disparo puede interrumpirse, haciendo que la extracción de la vaina vacía no se complete y que la corredera quede mal acerrojada. Solución: empuñar adecuadamente y volver a montar el arma para liberar la corredera.
    • La pistola se puede interrumpir cuando el dedo pulgar de la mano débil acciona involuntariamente en sentido ascendente la retenida de la corredera, bloqueándola. Solución: accionar dicha retenida o tirar de la corredera para liberarla.
    • Los zurdos pueden accionar involuntariamente el botón de retenida del cargador, haciendo que este caiga o quede parcialmente fuera de su alojamiento.
    • En revólver se puede entorpecer el giro del tambor con el dedo pulgar de la mano débil al disparar en doble acción.
    • La falta de limpieza o mantenimiento del arma con toda seguridad provocará interrupciones en la misma.
  2. Atribuibles al Arma:
    • Cargador defectuoso que no deja subir los cartuchos. Solución: cambiar ese cargador.
    • Uña extractora sucia o gastada que no extrae la vaina, interrumpiendo el ciclo de disparo. Solución: tirar varias veces de la corredera para ver si la uña extractora engancha el casquillo y lo extrae; de no ser así, bloquear la corredera atrás con la retenida, quitar el cargador e inclinar el arma con el cañón hacia arriba, sacudiéndola para que la vaina vacía caiga.
    • Encasquillamiento por una mala expulsión del casquillo vacío que queda atrapado en la ventana de expulsión, atrapado por el cierre, causado por munición o muelle recuperador. Solución: tirar de la corredera ladeando la pistola hacia la derecha.
  3. Atribuibles a la Munición:
    • Cartuchos defectuosos visibles externamente, por deformación en el cuerpo o en la punta, por suciedad adherida.
    • Cartuchos defectuosos internamente, bien por falta de pólvora o por defecto del fulminante.

La Limpieza y Mantenimiento del Arma:

Se encuentra relacionada con el uso que hagamos de ellas. Las pólvoras y fulminantes dejan residuos, lo que afecta a la precisión del arma. La limpieza de las armas debería efectuarse una vez al mes o después de que se haya disparado. Cuando el arma deba almacenarse por un espacio prolongado de tiempo, debe limpiarse y lubricarse con mayor profusión y envolverla en papel parafinado o plástico.

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