29 Oct
Teorías de la Verdad
La verdad tiene un carácter distintivo: la objetividad. Se refiere al conocimiento y a su carácter universal y cierto, y responde a la pregunta: ¿Qué conocemos sobre las cosas?
Si la verdad hoy consiste en una propiedad del conocimiento, de aquello que afirmamos sobre los seres (verdad epistemológica).
1 La Verdad Ontológica
La verdad sería alcanzable únicamente por la mente, por el pensamiento, por la razón, mientras que los sentidos solo captan la apariencia, lo variable de la realidad.
Identificaban verdad y realidad mediante un proceso de desvelamiento. La razón tenía la capacidad de des-encubrir, destapar aquello que estaba oculto y le hacía permanecer invisible a los sentidos. Esa razón permitía ir más allá de lo captable por los sentidos, para conocer lo permanente, la auténtica realidad. La verdad sería una propiedad del Ser.
Este sentido del término es el que se aplica cuando afirmamos de alguien, por ejemplo, que es un amigo de verdad.
2 La Verdad Epistemológica
Verdad viene de veritas, que apunta más bien a la exactitud y el rigor en aquello que se afirma: es verdadero aquel relato que es fiel y exacto. La verdad se desplaza de los objetos a aquello que se dice de los objetos. Se convierte en una propiedad de nuestro conocimiento de las cosas. De ahí que hablemos de verdad epistemológica. Este es el sentido que prevalece en la actualidad: “Juana ha dicho la verdad”.
Necesitamos saber cuándo un enunciado es verdadero o falso, y aquí hay una pluralidad de teorías. Para ver si una proposición es verdadera, hemos de atender a una distinción entre verdades formales y verdades empíricas. Esto nos lleva a dos grandes teorías sobre la verdad: la teoría de la correspondencia o adecuación y la de la coherencia o no-contradicción.
2.1 Verdad Formal
La verdad como coherencia o no contradicción
Corresponde, en términos generales, al concepto de verdad formal, pero puede extenderse al terreno de las ciencias empíricas: la verdad se entiende como la coherencia de una proposición con el resto de enunciados del sistema al cual pertenece.
Esta teoría tiene la virtud de definir el concepto de verdad sin necesidad de hacer referencia a la realidad exterior. Basta con que aquello que afirmemos no entre en contradicción con el resto de los enunciados del sistema.
Un enunciado es verdadero si se puede deducir de los axiomas y principios de dicho sistema.
La verdad como evidencia
Es el criterio expuesto por Descartes: solo son verdaderas las proposiciones que no contengan el más mínimo motivo de duda, que se presenten de forma clara y distinta. Es el caso de los axiomas científicos y de los principios lógicos que sirven de fundamento a las ciencias formales axiomáticas.
2.2 Verdad Empírica
La verdad como correspondencia o adecuación
Se corresponde con el criterio anterior de verdad empírica.
Fue expuesta por Aristóteles: adecuación del conocimiento con la realidad.
Esta adecuación entre el pensamiento y la realidad supone dos premisas: 1. Que existe una “realidad” objetiva e independiente del pensamiento. 2. Que el pensamiento puede acceder a esta realidad externa a él y concordar con ella.
La aceptación de ambos supuestos nos lleva al realismo; su negación, al idealismo.
La verdad como utilidad
Se trata de la formulación pragmatista de la verdad: la verdad coincide con lo útil; entendido como aquello que se verifica en la práctica, es decir, aquello que conduce a consecuencias beneficiosas y resultados positivos.
Es una concepción dinámica de la verdad, siempre provisional y muy ligada a los resultados prácticos: la proposición “la democracia es mejor sistema político que la dictadura” se considera verdadera por los beneficios que se derivan de adoptar aquel sistema, tales como mayores libertades o pluralismo político.
La verdad está muy próxima al relativismo y ha tenido defensores, desde los sofistas griegos hasta Stuart Mill y W. James.
La verdad como consenso
La verdad tiene un carácter intersubjetivo al entenderla como un acuerdo entre los hablantes en una situación ideal de diálogo. La verdad ha de ser aceptada públicamente por la comunidad. La verdad exige el consenso de la comunidad. La verdad ha de ser comprendida y comunicada por todos. Esta postura es defendida por J. Habermas.
Toda la comunidad puede estar equivocada.
Todas estas teorías y consideraciones acerca de la verdad, lejos de ser absolutas y excluyentes, pueden considerarse complementarias y necesarias para abordar los diferentes problemas planteados por la Epistemología.
Se hace imprescindible investigar su método, la manera de alcanzarla. Hemos de tener la seguridad de que la hemos obtenido, y de esta manera hablaremos de otro de los problemas fundamentales que se plantea la Epistemología: ¿Cuáles son los límites de ese conocimiento? ¿Hasta dónde se puede llegar? ¿Qué puedo conocer?, o dicho de otra manera, ¿cuáles son las actitudes que nos llevan a poder plantearnos la posibilidad del conocimiento y su alcance?
Las Diferentes Formas de Ver el Conocimiento: Idealismo y Realismo
Realismo: aquella corriente de pensamiento en la cual prima el objeto sobre el sujeto, basándose en las propiedades del objeto y con independencia de las particularidades del sujeto que conoce. Idealismo: aquella corriente de pensamiento en la que el conocimiento queda explicado por el sujeto cognoscente, influido por su punto de vista personal y su particular concepción del mundo.
Objetividad y pensamiento objetivo emanan del realismo, y subjetividad y pensamiento subjetivo, del idealismo.
La postura resultante de tener en cuenta ambos tipos de pensamiento se denomina intersubjetividad, que consiste en que nuestras creencias, para ser admitidas como verdaderas y constituir conocimiento, han de ser aceptables para cualquier sujeto racional.
Los Límites del Conocimiento Humano y las Actitudes ante la Posibilidad del Conocimiento: Razón y Sentidos
A partir del siglo XVI, el avance que se produce en el ámbito científico es espectacular. La filosofía va a centrarse en la Epistemología, el estudio del conocimiento. La filosofía se interesa principalmente por establecer hasta qué punto es posible obtener un conocimiento absolutamente cierto y seguro, universal y necesario, una verdadera “episteme”. En el periodo clásico y medieval, la postura frente al conocimiento es dogmática: el conocimiento que tenemos es totalmente cierto y se corresponde con la realidad; no hay motivo para plantearnos si nuestros conocimientos son o no verdaderos, si se corresponden o no con la realidad externa a nuestra mente. La Filosofía Moderna introduce la duda respecto al conocimiento: tal vez nuestros conocimientos no se correspondan con la realidad, tal vez no seamos capaces de conocerlo todo, tal vez no podamos estar seguros de si lo que conocemos es o no verdadero… Esta duda es introducida por Descartes, padre de la Filosofía Moderna y de la corriente racionalista.
El Racionalismo de Descartes. La Razón como Única Facultad del Conocimiento
Descartes empieza por alcanzar algún conocimiento absolutamente indudable, algo de lo que no podamos dudar por mucho que nos lo propongamos, para poder, a partir de él, reconstruir con total certeza todos los demás conocimientos.
Descartes duda del mismo funcionamiento de la razón, duda absolutamente de todos los conocimientos, tanto de los que obtenemos a través de los sentidos como de los que derivan de la propia razón y de la imagen que tenemos en la mente, pero lo cierto e indudable es que las piensa.
La existencia de mi propio pensamiento es una verdad indudable para Descartes. Pero mi pensamiento no puede existir solo en el vacío, ser él la única existencia, el universo entero, por lo que hay una segunda verdad indudable: mi pensamiento existe en un espacio. Descartes admite una tercera verdad: la existencia de Dios.
La razón humana posee tres verdades absolutas: el pensamiento, el espacio y Dios. A partir de estas, puede empezar a deducir todo el conocimiento de la realidad. Es muy importante esto: el verdadero conocimiento solo se alcanza por un razonamiento deductivo, porque solo este tipo de razonamiento proporciona total seguridad, una certeza absoluta. Lo ha conseguido Descartes: proporcionar unas primeras verdades (el pensamiento, el espacio y Dios) que sirven como punto de partida en el razonamiento deductivo y garantizan que este es verdadero.
La razón es capaz de obtener todo el conocimiento verdadero y seguro sobre la realidad.
El Empirismo de Locke y Hume. La Experiencia Sensible como Origen y Límite del Conocimiento
Para el empirismo, la razón no es capaz de conocer nada ella sola, no puede deducir nada porque, en su origen, está vacía. La experiencia nos proporciona todo lo que podemos conocer; por lo tanto, tenemos dos problemas:
El límite de todo el conocimiento humano está en la experiencia: lo que no puede percibirse, no puede conocerse.
Es imposible alcanzar todo el conocimiento mediante razonamientos deductivos. Todo el conocimiento humano se adquiere mediante razonamientos inductivos. Por este motivo, es imposible tener un conocimiento absolutamente seguro.
El hecho de que no podamos obtener un conocimiento más allá de lo que nos ofrecen los sentidos es el escepticismo, que nos va a decir que no es posible obtener un conocimiento certero de la realidad.
4 Otras Posturas ante el Conocimiento
El relativismo es la postura que niega la existencia de una realidad absoluta, es decir, válida en sí misma en cualquier tiempo y lugar. Rechaza la pretensión de un conocimiento objetivo y universal y considera que solo existen opiniones particulares y válidas en un determinado contexto social, cultural e histórico. Los sofistas son los padres del relativismo epistemológico y moral.
El perspectivismo no niega la posibilidad de una verdad absoluta. Según el perspectivismo, cada sujeto o colectivo que conoce lo hace desde un punto de vista o perspectiva particular; por lo tanto, tiene una visión parcial de la realidad. Ortega y Gasset.
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