30 Dic

**Tomás de Aquino (1225-1274)**

1. Anselmo de Canterbury y el Argumento Ontológico

Anselmo de Canterbury propuso el argumento ontológico como una demostración de la existencia de Dios. Este argumento parte de la definición de Dios como un ser perfecto. Según Anselmo, la propia definición de Dios implica su existencia, ya que un ser perfecto debe existir necesariamente; de lo contrario, no sería perfecto.

2. Razón y Fe

Tomás de Aquino buscó resolver la tensión entre la razón (ciencia) y la fe (teología). Sostuvo que ambas son independientes, pero que existe una zona de intersección donde se ocupan de lo mismo.

  • Las verdades conocidas por la razón son verdades naturales no reveladas, que incluyen la filosofía y la ciencia, y son demostrables.
  • Las verdades conocidas por la fe son verdades reveladas, no demostrables, y pertenecen al ámbito de la teología dogmática.
  • En la zona de intersección, hay verdades que son tanto demostradas como reveladas. Tomás de Aquino denominó a esta área filosofía teológica natural. La razón y la fe son, por tanto, independientes pero complementarias. En ciertas cuestiones, la fe puede justificarse racionalmente. Estas áreas se denominan preámbulos de la fe.

3. Dios

Para Tomás de Aquino, demostrar la existencia de Dios es una exigencia racional de la fe. Contrariamente a la corriente agustiniana platónica, la idea de Dios no es innata; no nacemos con ella.

Respecto al argumento ontológico de Anselmo de Canterbury, Tomás de Aquino lo consideró inválido debido a una confusión entre el plano de la definición (pensamiento) y el plano de la existencia (realidad). Por ello, intentó demostrar la existencia de Dios por otro camino.

El camino que utilizó son las cinco vías, que son argumentos a posteriori (a partir de la experiencia empírica). Estas vías parten de la existencia, que conocemos a través de los sentidos, constituyendo una evidencia sensible.

El principio de causalidad se entiende como el efecto de una causa; la causa del movimiento es el motor. Los motores no pueden retrotraerse al infinito; en todo proceso causal hay una causa primera, a la que llamamos Dios.

Estructura general de las cinco vías:

  1. Parten de la experiencia (accesible a los sentidos).
  2. Se aplica el principio de causalidad (establecer que algo que observamos es el efecto de una causa).
  3. Se afirma la imposibilidad de un proceso causal infinito (no hay una serie infinita de motores).
  4. Se concluye la existencia de una primera causa (primer motor), que llamamos Dios.

Las cinco vías son:

  • I. Vía del movimiento: Debe haber un motor, un primer motor, ya que no puede haber una serie infinita de motores.
  • II. Vía de la causalidad eficiente: Parte de la observación de que hay objetos que producen otros.
  • III. Vía de la contingencia: Desde la contingencia de los seres hasta el ser necesario.
  • IV. Vía de los grados de perfección: Desde las criaturas hasta el ser más perfecto.
  • V. Vía del gobierno u orden del mundo: En la naturaleza se observa un orden, y alguien debe haberlo establecido.

Una vez demostrada la existencia de Dios, Tomás de Aquino explica su naturaleza. De todos los atributos divinos, destaca el ser subsistente: el existir por sí mismo como consecuencia de su propia esencia y no de algo exterior. Este es el rasgo que más separa a Dios del resto de los seres.

Para conocer a Dios, podemos seguir dos vías:

  • La vía de la teología negativa: Se conoce lo que Dios no es, negando lo que encontramos en las criaturas de imperfecto y limitado.
  • La vía de la eminencia: Se predican de Dios aquellos atributos positivos que encontramos en el universo en grados sumos o eminentes.

4. Realidad (Metafísica)

La posición de Tomás de Aquino se inspira en Aristóteles, pero introduce la distinción entre esencia y existencia.

  • La esencia se refiere a lo que un ente es, a las características que lo definen.
  • La existencia es el acto de ser, aquello que hace que un ente sea real y efectivo.

En todo ser se puede distinguir una esencia (potencia) y una existencia (acto).

Esta distinción sirve para diferenciar entre:

  • Ser contingente: Recibe su existencia del exterior (creación).
  • Ser necesario: Su existencia está implicada en su esencia (Dios).

5. Antropología

Tomás de Aquino sigue la orientación aristotélica, con modificaciones para adaptarla a la doctrina católica. El ser humano es un compuesto de materia y forma, unidos sustancialmente. El alma es inmortal y puede existir independientemente del cuerpo, ya que es espiritual y sustancial, y posee facultades vegetativas, sensitivas y racionales.

6. Conocimiento

Siguiendo a Aristóteles, Tomás de Aquino afirma que el conocimiento se adquiere mediante el proceso de abstracción. El ser humano nace sin ideas innatas (tabula rasa) y va conociendo a medida que vive. Nada hay en el entendimiento que no haya estado antes en los sentidos. Esta es una descripción del conocimiento empirista.

7. Ética

La ética de Tomás de Aquino es eudemonista, es decir, considera que el fin de la vida es la felicidad, que para él consiste en la contemplación de Dios. La felicidad se consigue a través de las virtudes, tanto técnicas como del comportamiento.

Dios mismo orienta todas las cosas hacia sí mismo mediante su acto, por lo que Tomás de Aquino distingue entre ley natural y ley positiva:

  • La ley natural es una ley no escrita, universal, que todos los seres vivos poseen. Es una especie de intuición que guía nuestras decisiones y coincide con la ley divina.
  • La ley positiva es una ley escrita y promulgada por el Estado. Debe recoger el contenido de las leyes naturales.

8. Política

Tomás de Aquino sigue a Aristóteles en el análisis de las formas de gobierno y en su preferencia por una monarquía atemperada con elementos de la aristocracia y la democracia. Su doctrina política debe entenderse en el contexto de las disputas medievales sobre las relaciones entre la Iglesia y el poder civil. Los principios del sistema de Tomás conducían a una visión política determinada. Distingue un fin último de la existencia humana de carácter sobrenatural: la visión de Dios en la otra vida. Esto lleva a subordinar el Estado a la Iglesia.

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