20 Nov
La Fundación del Imperio Otomano, una fuerza militar que reclutaba pueblos nómadas, desafió a las dinastías establecidas. Con políticas estables, duraderas, militarmente poderosas, centralizadas y administradas burocráticamente, eran capaces de recaudar impuestos y mantener la ley. Mantenían unidas tierras de tradiciones diferentes, grupos étnicos y comunidades religiosas.
La primera invasión importante en 1798 por una potencia europea, simboliza el inicio de los tiempos contemporáneos del mundo árabe y el comienzo de la hegemonía sobre la región, detonante del nacionalismo egipcio. Se forjó una imagen positiva de Europa liberal, vieron un nuevo modelo de civilización que encarnaba la fuerza, la ciencia y la libertad. Buscaron medios para las reformas que permitieran recuperar el atraso de la región.
Egipto, con su posición geoestratégica entre Asia y África, fue escenario de rivalidad entre Francia y Gran Bretaña por mercados y expansión. La situación de Egipto facilitó la invasión francesa, que gobernó durante tres años. Napoleón legitimó la ocupación dando un discurso de corte islámico, defendiendo los valores del Islam. Las consecuencias de la invasión fueron que la ocupación de Egipto confirmó ante Europa la vulnerabilidad otomana y aceleró el proceso de penetración colonial.
Siglo XIX: Reformas y Penetración Colonial
El siglo XIX intensificó este proceso, que culminó al final de la Primera Guerra Mundial cuando las provincias otomanas de Gran Siria se convirtieron en mandatos administrados por Francia y Gran Bretaña. Europa, en el siglo XIX, experimentó un periodo de desarrollo económico, intensificación de actividades comerciales y búsqueda de nuevos mercados en el Imperio Otomano. Las potencias controlaron casi todas las regiones, aunque las vías de penetración y estrategias no fueron iguales: comercial, financiera por deuda y minorías religiosas.
La penetración hizo que los gobernantes introdujeran reformas para contrarrestar la presión extranjera: las Tanzimat, reformas administrativas, militares, económicas y políticas siguiendo el modelo europeo. Estas coexistían con las tradicionales. Hubo sectores en contra por perder poder, grupos que vieron el Islam sometido y movimientos de rechazo contra las políticas.
Egipto y el Canal de Suez
En Egipto, Muhammad Ali llegó para hacer fuerza e hizo reformas, modernizó el ejército y la enseñanza, así como la economía. El Canal de Suez reforzaba el peso geoestratégico de Egipto por su posición, comunicando el mar Mediterráneo con el Rojo. Querían reforzar su autonomía, pero se endeudaron con las potencias por la construcción. Las potencias gestionaron la economía egipcia y Gran Bretaña penetró por los problemas financieros. Egipto reaccionó y en 1879 se fundó el primer partido nacionalista.
Respuestas Culturales y Religiosas
La respuesta cultural fue la Nahda, un movimiento de regeneración cultural, diálogo con Occidente para el estancamiento de la sociedad árabe respecto a Europa. Se favorecieron proyectos modernizadores, estudiantes enviados a Europa, prensa y la lengua fusha. Esto provocó un cambio en las mentalidades árabes y favoreció ideales nacionalistas que chocaron con la presencia europea.
La Salafiyya, un movimiento de renovación religioso dentro del Islam sunní, reconocía el estado de decadencia que vivía el Islam. Para Al-Afgani, la solución era basarse en el retorno al Islam de los ancestros y el Corán, que era compatible con la razón, el progreso y la sociedad moderna. Estos pensamientos influyeron en el movimiento nacionalista, permitiendo formarse en escuelas modernas que aceptaban las ideas de Occidente.
Primera Guerra Mundial y sus Consecuencias
El Imperio Otomano apoyó a Alemania y Austria-Hungría en el enfrentamiento con Francia, Inglaterra y Rusia en la Primera Guerra Mundial. Esto hizo que las provincias de Sam fueran teatro de contingencias. Gran Bretaña, con base en Egipto, conquistó Palestina y Siria con apoyo del ejército árabe. Hubo un triple juego de Gran Bretaña: con el jerife Husayn para la creación de un reino árabe a cambio de una revuelta árabe contra los otomanos; el acuerdo Sykes-Picot con Francia para repartirse Oriente Medio; y la declaración Balfour a Rothschild para crear un hogar nacional judío en Palestina.
Las consecuencias de la victoria fueron el declive del Imperio Otomano, que favoreció el desarrollo de conciencia política entre las élites urbanas de la región, influidas por ideas nacionalistas. Wilson propuso una organización internacional que regulase las relaciones entre estados para impedir conflictos: la Sociedad de Naciones en 1919. Se establecieron mandatos que se repartieron entre Francia (Siria y Líbano) y Gran Bretaña (Irak y Palestina). Las consecuencias sociales y económicas de la división incluyeron la delimitación de fronteras y el establecimiento de aranceles y tarifas aduaneras que modificaron la actividad económica y comercial, orientándola hacia las metrópolis coloniales.
Nacionalismos Locales
- Egipto: Gran Bretaña quería controlar el Canal de Suez. El nacionalismo egipcio buscaba autogobierno e independencia. La revuelta del líder Wafd luchó por la independencia y defendió el nacionalismo egipcio. Gran Bretaña, con miedo a la expansión de Italia, renegoció la independencia. Se firmó un tratado con el Wafd: Egipto entró en la Sociedad de Naciones, pero Gran Bretaña conservó los intereses geoestratégicos del Canal de Suez.
- Arabia Saudí: Hubo una revuelta árabe contra el Imperio Otomano. Husayn ayudó a Gran Bretaña a cambio de crear un reino árabe independiente, pero no fue respetado, solo se reconoció la independencia de Hiyaz. El movimiento político religioso wahabí aprovechó el enfriamiento entre Husayn y Gran Bretaña para conquistar La Meca y Medina. Gran Bretaña aceptó a cambio de la renuncia a los emiratos del Golfo y se llamó Arabia Saudí.
- Magreb: En los años 30, el poder colonial controlaba todo. Se desarrolló un nacionalismo urbano que exigía igualdad de derechos e independencia.
Panislamismo y Panarabismo
- Panislamismo: Respuesta política y religiosa que acercaba a árabes y turcos frente a la penetración colonial del Imperio Otomano.
- Panarabismo: Defiende la existencia de una nación árabe sustentada en la lengua y cultura. No tiene base religiosa, sino cultural y lingüística, y rechaza la política de turquificación.
Los nacionalismos locales se alejaron de la religión y se basaron en las propagandas políticas. Se favorecieron cuando Egipto se independizó en 1922 y por la creación de un estado nación en Turquía. Hubo desniveles económicos y sociales, diferencias en el régimen político y políticas educativas y culturales.
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