27 Feb
La Transición de la Época Clásica a la Modernidad: Tres Corrientes de Pensamiento
El cambio de la época clásica a la moderna se caracteriza por la influencia de Marx y Freud, dando lugar a tres corrientes principales:
- Humanismo: El ser humano como protagonista máximo de su destino, con una gran conciencia de sus derechos.
- Materialismo: El ser humano se centra en valores temporales y materiales, priorizando el éxito, la riqueza y una vida superficial.
- Existencialismo: Se enfoca en el hombre concreto, tal como existe en el mundo: angustiado, limitado y condicionado. Importa el hombre real y existente, que nace, goza, sufre y muere. El hombre no «es», sino que «existe».
Dimensiones de la Sexualidad Humana
La sexualidad humana se entiende a través de tres dimensiones interconectadas:
- Dimensión Lúdica: La sexualidad y el erotismo son dimensiones para explorar y vivir plenamente, sin obstáculos ni evasiones. Están intrínsecamente ligadas al acto sexual, siendo su desencadenante principal y su base física.
- Dimensión Unitiva: El amor entre hombre y mujer es un lazo afectivo total. Esta unión afecta a la sexualidad como la fusión de dos seres que se aman en el matrimonio, un proyecto de amor común. El amor da sentido a la sexualidad y excluye la posibilidad de convertir a la pareja en un objeto de disfrute personal. El amor garantiza un encuentro entre sujetos que se entregan de manera total y definitiva.
- Dimensión Procreativa: Se refiere a la fecundidad del amor, al amor como fuente de vida, unido al ejercicio de la sexualidad. El resultado de este amor es una nueva vida, un fruto y una expresión de amor entre ambos, representando la máxima realización de un amor responsable: «Los hijos son tú y yo unidos en uno solo».
Significados Humanos del Cuerpo
Respecto a la Persona Concreta:
El cuerpo es un campo de expresión de la persona, donde se manifiestan las posibilidades humanas. Es la persona misma en cuanto se expresa y se realiza en el mundo.
Respecto a los Demás:
El cuerpo tiene un doble significado:
- Cuerpo como Presencia: Se caracteriza por su orientación hacia los demás.
- Cuerpo como Lugar de Comunicación y Lenguaje: El propio cuerpo desarrolla el lenguaje (facial, danza, desnudez, etc.).
Respecto al Mundo Material:
El cuerpo es principio de instrumentalidad y de cultura. El hombre domina las cosas de la naturaleza e interviene en su transformación al servicio del propio hombre. El cuerpo no es un instrumento, sino el origen de la instrumentalidad.
El Cuerpo como Límite:
La expresión no siempre responde a las intenciones; el cuerpo es frágil y limitado, un delicado instrumento que puede desequilibrarse y está expuesto a la muerte.
Ser-con-y-para-los-Demás
La Palabra:
El lenguaje y el habla son manifestaciones humanas esenciales:
- Palabra Recibida: Transmite una visión del mundo y de las cosas. La ausencia de lenguaje estanca la vida intelectual y social de la persona.
- Palabra Activa o Parlante: Es la expresión del pensamiento activo y dinámico; la palabra revela a las personas.
El Amor:
Una función existencial humana fundamental:
- Amor Recibido: Esencial para el desarrollo y equilibrio personal del ser humano.
- Amor Activo: La respuesta al amor recibido, donde el hombre se desarrolla verdaderamente y alcanza la madurez de su existencia.
El Hombre Moderno: Un Ser Problemático y en Relación
El Hombre como Ser Problemático:
El hombre moderno es consciente de su poder, derechos y capacidades. Sin embargo, esta conciencia puede llevar a una autopercepción negativa, convirtiéndolo en un problema para sí mismo. El hombre moderno ha perdido la seguridad basada en la ignorancia. El problema no es un obstáculo, sino el camino hacia la humanización.
El Hombre y la Conciencia de Sí Mismo:
El hombre moderno posee una conciencia en el sentido de una visión de sí mismo, de saberse y poseerse como un «yo» personal y único. Esta autoconciencia, junto con la percepción del mundo circundante, lo diferencia del mundo animal.
El Hombre, un Ser Histórico:
Se consideran tres aspectos:
- Existencial: Muestra al hombre en su concreción real y viva.
- De Marcha: El hombre está inmerso en un proceso de perfeccionamiento continuo.
- De Incompletez: El hombre es un ser inacabado, limitado y finito, con metas constantes por alcanzar.
El Hombre, un Ser de Acción:
Se le exige, y él exige, actuar e intervenir en el mundo. Busca participar y ser artífice de su propio mundo, contrastando con la concepción estática de la época clásica.
El Hombre, un Ser de Relaciones:
El hombre se relaciona con otros hombres, con el mundo y con Dios. No es ni se hace en solitario. El diálogo le ayuda a descubrirse, y sin las relaciones interpersonales no podría crecer como persona ni llevar a cabo sus proyectos. Además de aportar, también recibe aportaciones recíprocas.
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