11 Mar

Transformaciones Agrarias en España (Siglo XIX)

A lo largo del siglo XIX, se introduce el capitalismo en España. Uno de los primeros pasos fue la aprobación de una nueva legislación liberal en la agricultura. La reforma agraria liberal buscaba acabar con el Antiguo Régimen, introducir relaciones de tipo capitalista en la tierra y consolidar la propiedad privada. Las medidas incluyeron:

  • Abolición del régimen señorial.
  • Desvinculación de la propiedad.
  • Desamortización eclesiástica y civil.
  • Ley de cercos.
  • Fin de los privilegios de la Mesta.
  • Libertad de arrendamientos.

El proceso desamortizador (nacionalizar los bienes de la Iglesia o los municipios para venderlos después en subasta pública) fue esencial en la transformación agraria del siglo XIX. Se distinguen tres etapas:

  1. Desamortizaciones de Godoy (1798), José I y el Trienio Liberal: Afectaron principalmente a las tierras de la Iglesia.
  2. Desamortización de Mendizábal y gobiernos posteriores (hasta 1844): Afectaron a las tierras del clero regular y, posteriormente, tanto al clero regular como al secular. Los objetivos eran hacer frente a la crisis carlista, sanear la Hacienda pública y crear una clase de propietarios favorables a la causa liberal.
  3. Desamortización de Madoz: Afectó a los bienes de la Iglesia, a las tierras municipales y a las comunales.

Las consecuencias de estas desamortizaciones fueron múltiples: la nobleza consolidó su patrimonio territorial como propiedad privada, y la burguesía adinerada y los altos cargos de la administración y el ejército se convirtieron en grandes y medianos propietarios. Sin embargo, los agricultores no tuvieron capacidad económica para comprar tierras y se convirtieron en arrendatarios de los terratenientes, quienes pasaron a pagar rentas capitalistas más altas que con el contrato enfitéutico de la época señorial. La estructura productiva de la agricultura no se modificó mucho: trigo, olivo, viña y legumbres ocupaban casi el 90% de la tierra cultivable en España.

Transformaciones Agrarias en el Primer Tercio del Siglo XX

En el primer tercio del siglo XX, se produjo un crecimiento significativo de la producción y la productividad agrícola y ganadera (aunque menor que en los países europeos avanzados) gracias a:

  • Aumento de la superficie cultivada.
  • Nuevos cultivos intensivos (frutales, productos hortícolas y plantas industriales).
  • Mecanización.
  • Uso de abonos.
  • Selección de semillas y nuevas razas ganaderas.
  • Uso de plantas forrajeras y piensos para el ganado.

Esto transformó el paisaje agrario español: se extendieron los cultivos leñosos (olivos, viñedos, naranjos y almendros) e intensivos (patatas, frutales, tubérculos, praderas artificiales y cultivos de huerta) y los cereales (pienso). En 1931, representaban el 60% de la población total.

La cabaña ganadera creció ligeramente, pero por debajo de los sistemas ganaderos de Europa occidental. Aumentó el ganado vacuno y porcino (producción de leche y carne) y descendió el caprino y el ovino (lana).

Estas transformaciones fueron impulsadas por la creciente demanda urbana y exterior. Desde 1914, los productos agrarios fueron el principal componente de las exportaciones.

Aunque a partir de 1914 se inició la modernización agraria de España, hubo limitaciones y problemas que explican el retraso respecto a los países avanzados de Europa occidental, como la conflictividad social derivada del desigual reparto de la propiedad de la tierra. En el norte peninsular predominaba la pequeña propiedad (minifundios), mientras que en el sur había grandes latifundios propiedad de grandes terratenientes donde trabajaban jornaleros en condiciones deplorables.

La Industria Textil: Comparación entre España y Europa

La industria moderna en España comenzó con el sector textil algodonero en Cataluña, favorecido por:

  • Una manufactura previa (indianas).
  • Empresarios emprendedores que invirtieron capital agrícola y comercial.
  • Políticas proteccionistas que limitaban la competencia exterior.

Su desarrollo inicial se basó en la introducción de máquinas modernas a finales del siglo XVIII (spinning jenny y mule) y, a principios del XIX, en el uso de ruedas hidráulicas y máquinas de vapor, destacando la fábrica Bonaplata en Barcelona (1832). La evolución del sector estuvo marcada por el contexto histórico:

  • Tras el freno de la Guerra del Francés y la independencia de las colonias americanas, hubo un crecimiento entre 1833 y 1855.
  • La Guerra de Secesión en EE.UU. (1861-1865) encareció el algodón, provocando cierres de fábricas y despidos, contribuyendo al estallido de la Revolución Gloriosa.
  • Desde 1874, comenzó una nueva fase expansiva con mecanización, renovación industrial y creación de colonias fabriles, beneficiada por el monopolio comercial con Cuba y Puerto Rico.
  • La pérdida de las últimas colonias tuvo un impacto devastador en el textil catalán.

En comparación con Europa occidental, el crecimiento industrial español en el siglo XIX fue limitado. Cataluña sufrió la escasez de carbón mineral y las dificultades para abastecerse de hulla asturiana, lo que obligó al uso de energía hidráulica. Además, la debilidad del mercado español llevó a la aplicación de políticas proteccionistas.

Diversificación Industrial a Comienzos del Siglo XX

A comienzos del siglo XX, la industria española creció moderadamente gracias a la incorporación de nuevas fuentes de energía, como la electricidad y el petróleo. Se produjo una diversificación industrial con el desarrollo de sectores:

  • Eléctricos (Compañía Sevillana y La Canadiense en Barcelona).
  • Químicos (fertilizantes, medicamentos, pinturas y explosivos).
  • Mecánicos y metalúrgicos (automóviles y electrodomésticos).
  • Alimentarios (conserveras de pescado en el Atlántico y Cantábrico, y agrícolas en Navarra).

La industria se expandió a nuevas zonas como Madrid, Guipúzcoa, Valencia, Zaragoza, Valladolid y Vigo, aunque su distribución siguió siendo desigual. Cataluña y Vizcaya diversificaron su producción, aunque Cataluña siguió centrada en el textil y Vizcaya en la siderurgia. El textil catalán entró en estancamiento tras la pérdida de Cuba en 1898, mientras que la siderurgia en Vizcaya creció significativamente, con Altos Hornos de Vizcaya concentrando más del 50% de la producción nacional. En 1917 se fundó en Sagunto Altos Hornos del Mediterráneo.

Demografía Española (Siglos XIX y XX)

Al igual que en el resto de Europa, a lo largo del siglo XIX, España experimentó un importante crecimiento de la población, pasando de 10,5 millones de habitantes en 1797 a 18,5 millones en 1900 (un crecimiento del 80%). Sin embargo, este crecimiento se basó en un modelo demográfico antiguo, caracterizado por:

  • Alta natalidad (ignorancia sobre métodos anticonceptivos).
  • Alta mortalidad (pésimas condiciones sanitarias, crisis alimentarias y alta mortalidad infantil debido a enfermedades contagiosas y falta de vacunas).
  • Epidemias de fiebre amarilla y cólera.

La esperanza de vida era baja, pero aumentó a partir de 1860 y, especialmente, tras la última epidemia de cólera en 1885.

Transición Demográfica en el Primer Tercio del Siglo XX

En el primer tercio del siglo XX, se produjo en España la transición demográfica:

  1. Caída de la tasa de mortalidad: Desaparición de la mortalidad catastrófica (excepto la epidemia de gripe de 1918) y mejora de las necesidades básicas y de higiene (limpieza, alcantarillado y agua potable). Estas mejoras erradicaron casi por completo las enfermedades causantes de la elevada mortalidad infantil.
  2. Descenso de la natalidad: Modernización de la vida urbana e incorporación de la mujer al trabajo no doméstico (introducción de medidas anticonceptivas).

Migraciones en España

Migración Exterior

La Constitución de 1869 reconoció el derecho a emigrar, impulsando la salida de españoles hacia Hispanoamérica y, en menor medida, al norte de África. Las principales regiones emisoras fueron Galicia, Canarias, Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña. Entre 1882 y 1899, un millón de españoles emigraron, y el flujo hacia Argentina, Cuba y Brasil aumentó aún más entre 1900 y 1914, especialmente desde Galicia y la cornisa cantábrica. Surgió el término «indianos» para referirse a los emigrantes que volvían enriquecidos.

Migración Interior

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la emigración interior provocó un éxodo rural, con agricultores pobres trasladándose a ciudades, especialmente en el litoral mediterráneo. Cataluña, Madrid, Sevilla, Vizcaya y Valencia fueron los principales destinos, mientras que los emigrantes procedían de Galicia, León, Castilla, Aragón y Andalucía oriental. Este proceso impulsó la urbanización, aunque con retraso respecto a Europa. A finales del siglo XIX, solo el 9% de la población era urbana, con Cataluña como excepción.

Intentos de Regeneración Política a Principios del Siglo XX

El 17 de mayo de 1902, Alfonso XIII, con 16 años, fue proclamado rey, poniendo fin a la Regencia de María Cristina. Los primeros años de su reinado estuvieron marcados por intentos de reforma o regeneración. El espíritu regeneracionista estaba fuertemente implantado en la opinión pública española.

Los partidos dinásticos, que se habían aprovechado del fraude electoral, veían la necesidad de realizar cambios debido a la explosiva situación social. Pensaban que, de no modificar ciertos aspectos del sistema, su permanencia en el gobierno podría estar en peligro.

Reformismo dinástico: Serie de reformas regeneracionistas llevadas a cabo por los gobiernos dinásticos (conservadores y liberales) «desde arriba», al margen de las clases populares. La falta de base social provocó el fracaso de este reformismo.

Propuestas de Regeneración Política de los Conservadores

Las primeras tentativas regeneracionistas estuvieron encabezadas por Francisco Silvela, pero fracasaron debido al inmovilismo de los políticos dinásticos. Posteriormente, Antoni Maura, nuevo líder de los conservadores, llevó a la práctica propuestas regeneracionistas durante su «Gobierno Largo» (1907-1909). Su programa, conocido como la «Revolución desde arriba«, consistía en:

  • Fortalecer el sistema monárquico ampliando la base social del conservadurismo.
  • Eliminar el caciquismo.
  • Evitar el excesivo protagonismo de las clases populares.

Las reformas incluyeron:

  • Ley Electoral de 1907: Intentaba limitar el poder de los caciques.
  • Ley de Administración Local: Preveía mayor autonomía municipal y provincial, y planteaba la posibilidad de crear Mancomunidades. Maura pretendía atraer a las fuerzas políticas del regionalismo, especialmente de Cataluña.
  • Política de protección y fomento de la industria nacional: Para ganarse el apoyo del Ejército y de los industriales catalanes y vascos.
  • Mejora de la legislación laboral: Ley de protección de accidentes laborales, ley del descanso dominical, ley de huelgas y creación del Instituto Nacional de Previsión (primer intento de organizar las pensiones de vejez).

Sin embargo, la mayoría de estas reformas no se completaron debido a la represión de la Semana Trágica en Barcelona, que provocó protestas y la dimisión de Maura.

El Reformismo Liberal de José Canalejas

Tras la dimisión de Maura, el monarca llamó a formar gobierno a José Canalejas, líder del Partido Liberal. Entre 1910 y 1912, Canalejas intentó llevar a cabo su programa regeneracionista, que consistía en:

  • Limitar la influencia de la Iglesia Católica: Separación Iglesia-Estado, libertad religiosa, fin del monopolio religioso en la educación (enseñanza laica) y la Ley del Candado (limitaba el establecimiento de nuevas órdenes religiosas).
  • Proyecto de Ley de Mancomunidades: Permitía a varias diputaciones provinciales unirse para gestionar servicios públicos (aprobada posteriormente durante el gobierno conservador de Dato en 1914).
  • Intento de reforma de la fiscalidad: Eliminar el impuesto sobre los consumos y sustituirlo por uno progresivo sobre las rentas urbanas (oposición de los sectores acomodados).
  • Ley de Reclutamiento (1912): Establecía la obligatoriedad de enrolarse en tiempo de guerra y suprimía la redención en metálico.
  • Leyes para mejorar las condiciones laborales: Reducción de la jornada laboral, ley de accidentes de trabajo, regulación del derecho de huelga y convenios colectivos.

Sin embargo, Canalejas actuó de forma represiva ante los conflictos laborales de 1911 y 1912. En 1912, fue asesinado por un anarquista, lo que abrió una crisis en el Partido Liberal y puso fin a los intentos regeneradores promovidos por los partidos dinásticos. Estos intentos no lograron democratizar el sistema.

Deja un comentario