09 Nov

La Transición Democrática en España

Los Primeros Pasos (1975-1976)

El Papel del Rey Juan Carlos I

Tras la muerte de Franco en noviembre de 1975, Juan Carlos de Borbón asumió un papel protagonista en la política española. Hasta entonces, el príncipe se había mantenido en un discreto segundo plano. Su proyecto político consistía en facilitar la implantación de un sistema democrático, un objetivo que contaba con amplios apoyos tanto dentro como fuera de España. Sin embargo, la transición no se presentaba fácil. Existía el riesgo de una situación política incontrolable, donde cualquier chispa podría desencadenar un grave proceso de acción-reacción. Para evitarlo, era crucial que los partidos de la oposición controlaran a sus bases y evitaran cualquier provocación que pudiera incitar al Ejército a intervenir para preservar las estructuras franquistas.

Juan Carlos I comenzó su reinado dentro de la legalidad franquista: juró fidelidad a los Principios del Movimiento, tomó posesión de la Corona ante las Cortes franquistas y siguió las pautas marcadas por la Ley Orgánica del Estado para el nombramiento de su primer jefe de Gobierno.

El Primer Gobierno de la Monarquía (1975-1976)

Presidido por Carlos Arias Navarro, según lo establecido por la Ley Orgánica del Estado de 1966, el nuevo gobierno incluía a figuras partidarias de la transición democrática. Otro nombramiento importante fue el de Torcuato Fernández Miranda como presidente de las Cortes y del Consejo del Reino. Mientras tanto, la oposición aumentaba su agitación, con frecuentes manifestaciones a favor de la amnistía y una creciente tensión en el País Vasco, donde ETA continuaba sus atentados con un amplio apoyo popular.

Los grupos de la oposición, cada vez más impacientes, exigían el desmantelamiento del régimen franquista. Su unión dio origen a la Coordinación Democrática. Durante un viaje a Estados Unidos, el Rey se declaró a favor de la democracia en España. Ante las reticencias de Arias Navarro, Juan Carlos I exigió su dimisión.

El Comienzo de la Transición Democrática (1976-1977)

Fernández Miranda facilitó la entrada de Adolfo Suárez en la terna para la jefatura del Gobierno. Suárez fue elegido para convencer a los políticos franquistas en las Cortes de desmantelar el sistema desde dentro, respetando formalmente la legalidad y evitando una posible intervención del Ejército.

El programa político de Suárez se basaba en dos puntos:

  • Elaborar una Ley para la Reforma Política que permitiera un proceso constituyente para instaurar una democracia liberal.
  • Convocar elecciones democráticas en junio de 1977 para elegir las Cortes encargadas de redactar la nueva Constitución.

A pesar de las dificultades, el proyecto de Suárez se implementó entre septiembre de 1976 y junio de 1977.

La Ley para la Reforma Política (1976)

Elaborada por el Gobierno de Suárez en septiembre de 1976, esta ley buscaba abrir la puerta a la democracia parlamentaria en España. Aprobada por las Cortes franquistas en noviembre de 1976, la ley fue sometida a referéndum para legitimar la operación. A partir de este momento, se inició el proceso electoral para la formación de las Cortes Constituyentes.

Relaciones del Gobierno con la Oposición (1976-1977)

Para dar credibilidad a su proyecto, Suárez adoptó una serie de medidas: amnistía política (julio de 1976), disolución del Tribunal de Orden Público (diciembre de 1976), legalización del derecho a la huelga (marzo de 1977) y libertad sindical (abril de 1977). En marzo de 1977, se promulgó una Ley Electoral acorde con las democracias liberales parlamentarias. Con estas medidas, Suárez cumplía las exigencias de la oposición.

Suárez inició contactos con la oposición, entrevistándose con Felipe González. La actitud posibilista del líder socialista impulsó el proyecto de Suárez. La legalización del Partido Comunista (PC) se presentaba como un gran obstáculo. A pesar de la oposición del Ejército, la disposición de Santiago Carrillo a colaborar sin exigencias previas llevó a Suárez a legalizar el PC en 1977.

Relaciones con el Ejército y el Búnker (1976-1977)

El Búnker, con fuertes contactos en el Ejército, representaba un obstáculo para la reforma política. Suárez se apoyó en el sector de militares liberales, representado por el general Gutiérrez Mellado, quien, como Ministro de Defensa, promovió a oficiales partidarios de la reforma y sustituyó a mandos franquistas en las fuerzas de seguridad.

El Recrudecimiento del Terrorismo (1976-1977)

El País Vasco vivió una intensa ebullición política. Entre diciembre de 1976 y enero de 1977, se produjeron diversas acciones terroristas. El GRAPO colocó bombas y secuestró a importantes figuras del régimen. Durante los secuestros, un comando de ultraderecha asesinó a seis personas.

Los Partidos Políticos en Junio de 1977

La izquierda se encontraba organizada. En la extrema derecha, Fuerza Nueva agrupaba a los nostálgicos del franquismo. Alianza Popular, el principal partido de la derecha, integraba a figuras de los últimos gobiernos de Franco. La coalición liderada por Adolfo Suárez, la Unión de Centro Democrático (UCD), incorporó a políticos de diversas procedencias.

Las Elecciones de Junio de 1977

Las elecciones generales constituyentes del 15 de junio de 1977 fueron las primeras elecciones democráticas desde febrero de 1936. Con una alta participación, los resultados dieron la victoria a los reformistas. La UCD de Suárez triunfó, seguida del PSOE y del PCE. Las fuerzas de derecha fueron derrotadas. Desde entonces hasta finales de 1979, se abrió una etapa de consenso entre las fuerzas políticas y los sindicatos para facilitar el proceso de cambio democrático.

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