17 Nov
De la muerte de Franco a la llegada de Suárez al poder
En 1975 murió el general Franco, y Juan Carlos I fue coronado rey y asumió la jefatura del Estado. En el discurso, el monarca manifestó su deseo de instaurar en España un sistema democrático. Juan Carlos I decidió mantener a Carlos Arias Navarro como jefe de gobierno. Este renovó su equipo, incorporando el avance hacia unas estructuras democráticas. Era demasiado lento y la oposición manifestó su descontento en manifestaciones. Finalmente, el rey forzó a Arias Navarro a dimitir del cargo. Le sucedió Adolfo Suárez, que llevó a cabo una serie de reformas que abrieron el camino hacia un sistema democrático. El primer paso fue la aprobación de la ley para la reforma política. Este proceso se desarrolló en una situación muy tensa: existía una grave crisis económica, se intensificaron los atentados terroristas, y la legalización del partido comunista provocó un profundo malestar en el ejército.
Primeras elecciones y elaboración de la Constitución
Las elecciones de 1977 dieron la victoria a la Unión de Centro Democrático, un partido liderado por Adolfo Suárez. El nuevo gobierno, que no tenía una mayoría absoluta, practicó una política de consenso.
- Los partidos representados en el parlamento y los sindicatos firmaron los Pactos de la Moncloa para abordar la grave crisis económica.
- Se llegó a un acuerdo para poner en marcha un sistema político que otorgara autonomía a las diferentes regiones españolas.
- Se redactó una constitución plenamente democrática, aprobada en 1978.
De esta forma, entre 1977 y 1979 se crearon las bases de nuestra democracia y surgieron los partidos que protagonizarían la vida política española.
El intento golpista del 23-F y la consolidación de la democracia
En 1979 se convocaron nuevas elecciones, que volvió a ganar la UCD. La persistencia de la crisis económica y la división interna provocaron la dimisión de Suárez a comienzos de 1981. El 23 de febrero de 1981, durante la sesión parlamentaria en la que se votaba a Leopoldo Calvo Sotelo como sucesor a la presidencia, se produjo un intento de golpe de estado. La actuación del rey, ante la falta de apoyo de los partidos políticos y de la población, fue decisiva para que el golpe fracasara. El gobierno de Calvo Sotelo tuvo que afrontar el agravamiento de la crisis económica. Su decisión más importante fue el ingreso de España en la OTAN, en 1982. Las elecciones de octubre de 1982 dieron el triunfo, por mayoría absoluta, al PSOE.
La Constitución de 1978
En 1978, los españoles aprobamos en referéndum una constitución redactada por acuerdo entre los principales partidos políticos del país. En el texto de esta constitución:
- España se define como estado social y democrático de derecho.
- Se reconoce que la soberanía nacional reside en el pueblo español.
- La forma política del estado es la monarquía parlamentaria.
- Se establece la separación de poderes: las Cortes Generales ejercen el poder legislativo, el gobierno el poder ejecutivo y los jueces y magistrados el poder judicial.
- Amplio repertorio de derechos y libertades.
- Se reconoce el estado de las autonomías.
Algunas instituciones, como el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo, tienen como misión velar por que las leyes y las autoridades respeten la constitución.
El estado de las autonomías
Las reivindicaciones nacionalistas comenzaron a ser atendidas entre 1977 por el gobierno de Adolfo Suárez. Se reconoció entonces la autonomía de las tres regiones que ya habían obtenido durante la Segunda República: Cataluña recuperó la Generalitat, se estableció el Consejo General Vasco y se instituyó la Junta de Galicia. Tras la aprobación de la Constitución de 1978, se definió el modelo autonómico y se inició el proceso de concesión de los diferentes estatutos aprobados por las Cortes. Hoy España está constituida por 17 comunidades y 2 ciudades autónomas, cada una tiene su respectivo estatuto de autonomía y unas instituciones de gobierno propias. La cuestión autonómica ha sido una fuente constante de conflictos. Por un lado, se enfrentaron el gobierno y las instituciones regionales. Pero también se enfrentaron las comunidades entre sí.
La apertura al exterior y el ingreso en la OTAN
El cambio de régimen político supuso la oportunidad para España de entrar a formar parte de la Comunidad Económica Europea. La llegada de Calvo Sotelo al poder supuso el inicio del proceso de incorporación de España a la OTAN. Sin embargo, la experiencia de gobierno hizo que el PSOE considerara conveniente para los intereses nacionales continuar con la alianza militar. En 1986 cumplió la promesa electoral de someter la permanencia de España en la OTAN a una consulta popular, pero apoyó el voto afirmativo con tres condiciones: no integrarse en la estructura militar, no introducir armamento nuclear en el territorio español y reducir la presencia militar estadounidense en nuestro país. Desde el ascenso de los socialistas al poder, se prestó mayor atención a la política exterior.
La adhesión a la actual Unión Europea
Cuando los socialistas llegaron al poder en 1982, el proceso para la incorporación de España a la CEE estaba estancado. El PSOE decidió estrechar los lazos con los países que pudieran favorecer su entrada en la organización, que eran principalmente Francia, Alemania y Gran Bretaña. Al mismo tiempo, adoptó duras medidas para sanear la economía y hacerla más competitiva. Como resultado de ambas políticas, el 12 de junio de 1985 España firmó el tratado de adhesión, que entró en vigor el 1 de enero de 1986, convirtiéndose en uno de los miembros de la Europa de los doce.
Un gobierno de orientación fascista
Los primeros años del franquismo estuvieron marcados por el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, que estalló en 1939. En 1941, se creó la División Azul para apoyar a la Alemania de Hitler en el frente ruso. Pero en 1942, las victorias aliadas indujeron a Franco a declararse neutral y retirar la División Azul del conflicto. En economía, se impuso la autarquía, que aspiraba a la autosuficiencia del país. Para alcanzar el autoabastecimiento, se crearon el Servicio Nacional del Trigo, que controlaba la producción y distribución, y el Instituto Nacional de Industria. Este empeño fracasó y la economía española no fue capaz de cubrir las necesidades de la población. Para controlar a los ciudadanos, se encuadró a la población en numerosas organizaciones que dependían de FET y de las JONS. También se implantaron símbolos fascistas, como el saludo a la romana. En estos años, la represión fue muy dura; decenas de miles de personas fueron condenadas a trabajos forzados o a la pena de muerte. Esta dura represión hizo desaparecer casi toda la oposición.
La economía: un país desolado
Al finalizar la guerra, la economía española estaba hundida. Como consecuencia de este desastre, disminuyó la actividad en las ciudades y muchas personas regresaron a sus pueblos. Así, España volvió a ser un país predominantemente agrario y la renta per cápita disminuyó. El retroceso económico hizo que los años cuarenta estuvieran marcados por el desabastecimiento de productos, como alimentos y ropa. El Estado estableció el racionamiento de los alimentos. Al tiempo, apareció un mercado negro, en el que se podían adquirir mercancías a precios elevados.
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