20 Feb
La Transición Española: Un Camino Hacia la Democracia
Tras la muerte de Franco, España se encontraba aislada internacionalmente debido a los fusilamientos de cinco terroristas en septiembre de 1975. Ningún representante extranjero asistió al funeral de Franco, el Sahara español fue entregado a Marruecos y el país enfrentaba una grave crisis económica con aumento del paro e inflación. Los problemas económicos fueron, en gran medida, ignorados por los políticos.
Arias Navarro, representante de la tendencia más inmovilista del Régimen, gobernó durante el continuismo tras la muerte de Carrero Blanco. En julio de 1976, Adolfo Suárez, un político desconocido, asumió el cargo con la intención de desmontar el sistema y democratizar el país.
Los Primeros Pasos Hacia la Democracia
Suárez enfrentó su primera prueba con las manifestaciones (no reprimidas) de los presos políticos. En julio de 1976, se reformó el Código Penal, legalizando los partidos políticos, a excepción del PCE. Suárez realizó una declaración programática del gobierno, promoviendo la soberanía popular, las libertades y las elecciones. En julio, se concedió una amnistía parcial a los presos políticos, una demanda de la sociedad.
En septiembre de 1976, se aplicó la Ley de Reforma Política, clave para salir de la dictadura. Las Cortes Franquistas se “suicidaron” al aprobar la reforma de las instituciones, incluyendo la soberanía popular y el sufragio universal. Un referéndum aprobó la reforma con el 94% de los votos.
En diciembre, se celebró libremente el XXVII congreso del PSOE. Desapareció el Tribunal de Orden Público. En abril de 1977, desapareció el Movimiento Nacional y se legalizó el PCE. Alberti y la Pasionaria regresaron a España.
El 15 de junio se celebraron las primeras elecciones democráticas tras la dictadura. La UCD ganó con 165 diputados, seguida del PSOE (118), PCE (20) y AP (16). El primer objetivo fue elaborar una constitución, la de 1978, de carácter constituyente. Se firmaron los “Pactos de la Moncloa” y comenzaron a configurarse los “Estados de Autonomías”.
La Constitución de 1978: Pilar de la Democracia Española
La Constitución de 1978 fue el mayor logro de Adolfo Suárez. Una vez aprobada en referéndum, se convocaron elecciones generales y municipales. Suárez volvió a ganar las generales, mientras que el PSOE ganó las municipales. Un acuerdo postelectoral entre PSOE, PCE y el resto de la izquierda permitió que gobernaran los ayuntamientos.
Una constitución era necesaria porque es la ley básica de un estado democrático que recoge los derechos y deberes de los ciudadanos, así como los principios generales del estado. Las leyes franquistas no eran válidas para un estado democrático.
Las elecciones del 76 son las primeras tras la muerte de Franco y tienen carácter constituyente. Se formó una “comisión constitucional” que representaba a las fuerzas políticas parlamentarias (UCD, PSOE, PCE, AP, Minoría Catalana), salvo el PNV.
Se intentó que la constitución contentara a todos los sectores políticos (consenso) y es una ley “predeterminadamente ambigua” que permite gobernar a todos los partidos constitucionales. La constitución fue sometida a referéndum el 12 de junio de 1978 y a favor estaban todas las fuerzas parlamentarias salvo el PNV, Euskadiko Esquerra y la extrema derecha. Los votos afirmativos fueron el 88% y en contra el 8%.
La constitución se divide en artículos agrupados en capítulos y estos en títulos. Por ejemplo:
- Título II: Corona
- Título III: Cortes Generales
- Título VII: Economía y Hacienda
Instituciones Fundamentales de la Democracia
Las instituciones fundamentales de la democracia son:
- La monarquía: Parlamentaria, rey jefe de estado no electo, vitalicio y hereditario. Atribuciones: jefe del estado, sancionar leyes aprobadas por las Cortes, mando de las fuerzas armadas.
- Poder legislativo: Reside en las cortes, bicamerales, formadas por Congreso y Senado. Funciones: elaborar leyes, control del gobierno, aprobar presupuestos, autorizar tratados internacionales. Cámaras elegidas mediante sufragio universal. El Congreso puede aprobar leyes y elige al presidente del gobierno.
- Consejo de ministros: Conocido como gobierno; tiene el poder ejecutivo. Compuesto por presidente del gobierno, vicepresidentes y ministros. Funciones: elaborar presupuestos, dirección de la política interior y exterior, defensa del estado, dirección de la administración civil y militar, convocatoria de elecciones, seleccionan personas para los altos cargos públicos, declarar estado de alarma, promulgar decretos-ley, presentar proyectos de ley a Las Cortes.
- Poder judicial: Ejercido por jueces y magistrados independientes (no responden a ningún poder); objetivo es “cumplir y hacer cumplir la ley”.
El Segundo Franquismo y el «Milagro Español»
Este periodo, denominado como 2º Franquismo (1959-75), se caracterizó por una nula evolución política (inmovilismo) pero con un cierto grado de desarrollo económico y de modificación de pautas y comportamientos sociales. En los sucesivos gobiernos franquistas dominaron los llamados “tecnócratas” procedentes del OPUS DEI (fundamentalismo católico) los cuales, sin apartarse del Régimen, contribuyeron a acabar con el estancamiento económico español.
El Plan de Estabilización y el Desarrollo Económico
Los años 60 se caracterizaron por un rápido desarrollo económico, relacionado con las medidas liberalizadoras del “Plan de Estabilización”. Este plan, diseñado por el FMI y el Banco Mundial y llevado a cabo por los tecnócratas, tenía como objetivos acabar con la autarquía e incorporar España a la economía mundial. Entre sus medidas estuvo devaluar la peseta, reducir salarios (sector público y privado), control de la inflación, aumento de los impuestos y reducir determinadas subvenciones (empresas y productos de primera necesidad).
Tres fueron las bases del crecimiento económico español (“milagro español”):
- Inversiones extranjeras: Aprovechando el “Plan de Estabilización”, se invirtieron en España miles de millones de dólares debido al bajo coste y docilidad de la mano de obra española (sin huelgas ni sindicatos).
- Remesas de los emigrantes: Entre 2 y 4 millones de españoles emigraron legal e ilegalmente de las regiones más pobres de España hacia Europa Occidental (Francia, Alemania, etc.), países en fase de crecimiento económico. Estos emigrantes enviaban dinero a sus familias, reactivando la economía del país y reduciendo el paro.
- Ingresos por turismo: A finales de los 50, la mejora del nivel de vida de los europeos permitió el desarrollo de una corriente turística hacia el Mediterráneo. El número de turistas en España aumentó espectacularmente, y las divisas aportadas por la actividad turística contribuyeron a reactivar la economía española.
El estado planificó el desarrollo económico mediante los “planes de desarrollo” de carácter quinquenal y basados en la industria como motor del desarrollo económico español. También se crearon los llamados “Polos de Desarrollo”, ubicados en las zonas más atrasadas de España para intentar acabar con la diferencia entre las zonas más adelantadas y las menos. Sin embargo, no alcanzaron los objetivos propuestos: el crecimiento económico español se debió más a la coyuntura económica internacional favorable que a la actividad del gobierno español.
Cambios Sociales Durante el Segundo Franquismo
En este periodo se produjeron importantes cambios sociales, entre los que destacan:
- Un importante aumento demográfico debido al crecimiento vegetativo. Los nacidos en los 60 (baby-boom) constituyen la generación más numerosa de la historia de España.
- Un importante crecimiento de la población urbana debido al crecimiento demográfico y al fuerte éxodo rural.
- El aumento de la migración exterior, hacia Europa fundamentalmente: Alemania, Suiza, Francia…etc. (y los canarios a Venezuela).
- La población tendió a concentrarse en las zonas periféricas con mayor dinamismo económico (industria) como Cataluña, Euskadi, Valencia o Madrid: se concentró en grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Bilbao…) o sus alrededores, en las llamadas “ciudades dormitorio” como Leganés o Badalona. Debido a lo anterior, surgieron amplios núcleos de chabolas y barrios enteros sin ningún tipo de servicios. Se produjo un aumento de la población del sector secundario y terciario y un descenso del primario (relacionado con el éxodo rural).
- El “boom” turístico de los años 60, el desarrollo de los medios de comunicación y el conocimiento cada vez mayor del exterior (viajes y sobre todo emigración), fueron el detonante de un importante cambio de mentalidad de la población española: el Régimen se consideró como algo anacrónico y se deseaba vivir como el resto de los europeos.
- Una disminución del analfabetismo y un aumento de la enseñanza secundaria y universitaria: esta multiplicó por 10 el número de estudiantes entre 1950-70: se abrió a las clases medias e incluso a la clase obrera y se convirtió en un foco de oposición al Régimen.
La mejora de las condiciones de vida de la clase obrera y de las clases medias coincidió con el debilitamiento de los tres pilares sobre los que se sostenía el Régimen:
- Falange: Ya no tenía capacidad para amedrentar ni aglutinar a la población.
- La Iglesia Católica: Se dividió en dos sectores: los que permanecieron fieles al Franquismo y aquellos que creían que el estado debía democratizarse (influidos por el Concilio Vaticano II).
- El Ejército: Aunque la gran mayoría de los militares profesionales siguió apoyando al Régimen, un reducido número de oficiales creó la UMD (Unión Militar Democrática), a fines de 1973, que abogaba por la democratización del país.
En estas condiciones, a medida que disminuía su apoyo social, el Régimen solo podía subsistir con el uso de la fuerza y la represión.
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