25 Abr
EL TEATRO ESPAÑOL A PARTIR DE 1936.
Tras la Guerra Civil la creación teatral se vio afectada por el exilio de los autores más innovadores. La rígida censura ejercida sobra los textos teatrales hizo que los autores autocensurasen su libertad creadora. Además, la penuria económica hizo que las compañías teatrales debieran asegurar sus ingresos, apostando por obras del gusto público, que buscaban la evasión y el entretenimiento. Las representaciones se concentraron en las grandes ciudades.
1. TEATRO DE LA POSGUERRA (AÑOS 40): El teatro estaba pensado para el entretenimiento de la burguésía urbana. En cuanto a los temas se pueden distinguir obras de asunto real y de tono poético. El estilo está caracterizado por la obra bien hecha, el tono ligero, y cómico y las técnicas tradicionales. Destacan:
concierto de San Ovidio y El tragaluz
.
as, enfoques y técnicas escenográficas. Se caracterizan por un abandono del Realismo. Los personajes se convierten en símbolos de ideas, temas o comportamientos. El espacio escénico se traslada a plazas, fábricas…Se potencia la improvisación. Se trata de intentar hacer un espectáculo total y un público al que se le exige una participación activa. En estos años destacan:
José Rubial:
El hombre y la mosca;
Martínez Mediero: El convidado;
Fernando Arrabal: El cementerio de automóviles;
Francisco Nieva
: El combate de Ópalos.
4. DÉCADA DE LOS 75: con el fin de la dictadura , el teatro experimentó una serie de cambios, como la pérdida de la crítica sociopolítica, el apoyo económico, la recuperación de obras censuradas y el éxito de los espectáculos musicales. Destacan:
Tras el Tratado de Valençay en 1813 que ponía fin a la Guerra de Independencia, Fernando VII regresaría a una España totalmente distinta, con una constitución y un gobierno liberal, algo totalmente contrario a sus ideas absolutistas. Llegó a España el 22 de Marzo de 1814, aunque se quedó en Valencia
. El rey no sabía con qué apoyo contaba para volver al absolutismo, por lo que aceptó en un principio el régimen monárquico constitucional y firmó la Constitución de 1812, temeroso de oponerse a los liberales que habían luchado contra los franceses durante su ausencia
. El 12 de Abril un grupo de diputados de ideología absolutista de las Cortes le presentaron el conocido como Manifiesto de los Persas, en el que le reclamaban la vuelta al absolutismo. Finalmente, viendo que contaba con los apoyos necesarios, Fernando VII emitíó el 4 de Mayo de 1814 en Valencia un decreto por el que disolvía las Cortes, abolía la Constitución de 1812 y toda la labor legislativa de las Cortes de Cádiz y restablecía el absolutismo.
Desarrollo.
El Sexenio Absolutista (1814-1820)
El decreto de 4 de Mayo inició un triste periodo caracterizado por la sistemática anulación de las reformas de las cortes gaditanas y la vuelta al Antiguo Régimen y al absolutismo. Este periodo coincide con la tendencia en Europa de la vuelta al absolutismo en las potencias vencedora de Napoleón, lo que quedó patente con la Segunda Paz de París y el Congreso de Viena de 1815.
Sin embargo
España, aunque fue una de las potencias vencedoras de Napoleón, quedó totalmente marginada de los beneficios de los vencedores, y el desinterés de Fernando VII por la política exterior llevó al país a convertirse en una potencia de segundo orden en Europa.Durante los primeros 6 años de su reinado, Fernando VII se negó a emprender cualquier reforma fiscal que incrementara los ingresos de un Estado en quiebra. Se centró en la represión de los enemigos de la restaurada monarquía absoluta. Más de doce mil “afrancesados” tuvieron que exiliarse del país y se inició una dura persecución contra los liberales. Por esto muchos liberales se integraron en sociedades secretas de ideología liberal como la masonería.
También algunos militares, héroes de la Guerra de Independencia y de ideología liberal, protagonizaron diversas intentonas de golpe militar o pronunciamiento: Espoz y Mina en 1814, Díaz Porlier en 1815… Todos los intentos de golpe fueron duramente reprimidos.
El Trienio Liberal (1820-1823)
Comienza con el triunfo por fin de un pronunciamiento liberal en Cabezas de San Juan (Sevilla), donde el teniente coronel Riego proclamó la Constitución de 1812.
El levantamiento se extendíó por toda España, y el 9 de Marzo de 1820, Fernando VII, atemorizado, juró de nuevo la Constitución de 1812. Se empezó por convocar unas elecciones a Cortes que vencieron los diputados liberales. Fernando VII, convencido absolutista, trató de obstruir la labor de los gobiernos liberales, lo que provocará la división de estos en los doceañistas, que quieren crear una segunda cámara para las clases más altas y dar más poder al rey
tras 1833 serán conocidos como progresistas. Los liberales en el poder durante el Trienio van a aplicar una política claramente anticlerical para poder debilitar a una poderosísima institución, la Iglesia, que se opónía al liberalismo. También se liberalizó la industria y el comercio y trataron de potenciar a la burguésía. Algo importante fue la creación de la Milicia Nacional, cuerpo armado formado por voluntarios, cuya misión era la defensa de la Constitución. Las conspiraciones del rey, la división de los liberales, la crisis económica, y el fracaso de una regencia en Urgel, donde se intentó hacer un gobierno absolutista alternativo al gobierno liberal de Madrid, llevó al rey a pedir apoyo a las potencias absolutistas extranjeras, las cuales decidieron en el Congreso de Verona convocar a la Santa Alianza para intervenir militarmente en España y restablecer el absolutismo. El 7 de Abril de 1823, un ejército francés conocido como “Los Cien Mil Hijos de San Luis”, entró en España conquistando el territorio y el 1 de Octubre se restablecíó a Fernando VII como monarca absoluto.
La Década Ominosa (1823-1833)
Se comienza con la anulación de toda legislación del trienio anterior, se persiguió de nuevo a los liberales, siendo ahorcado en Noviembre el teniente coronel Riego. Pese a la represión, las conspiraciones militares liberales continuaron. Por este motivo el monarca disolvíó el ejército y 22000 soldados franceses se quedaron en España hasta1828
. También se depuró la administración de posibles liberales, expulsando a miles de funcionarios, especialmente docentes. Uno de los pocos factores positivos de esta última época fue la reforma de la Hacienda emprendida por el ministro López Ballesteros.
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