06 Mar
2. LA Italia FASCISTA (1922-1939) ➢ 2.1. La crisis de la posguerra Durante la Primera Guerra Mundial, el coste de la vida en Italia había subido mucho más rápidamente que los salarios y el nivel de vida de la clase trabajadora había bajado. En 1918, los salarios reales eran un tercio inferiores a los de 1913: Al acabar el conflicto, las organizaciones obreras intentaron recuperar esas pérdidas del poder adquisitivo: • Fue el origen de un movimiento huelguístico que alcanzó gran virulencia y que a menudo presentó objetivos revolucionarios. • En 1920: • Los obreros ocuparon numerosas fábricas en el norte de Italia. • En el campo, sobre todo en el centro y sur del país, se desarrolló un movimiento de ocupación de tierras de los grandes propietarios. • Estos movimientos fueron reprimidos, pero el temor a la bolchevización y al estallido de una revolución social se extendíó entre la burguésía, que reclamó la necesidad de soluciones más estrictas. En el ámbito político: La monarquía constitucional atravesaba una situación de fuerte inestabilidad y ningún partido conseguía obtener mayorías estables y gobiernos duraderos. Entre 1919 y 1922 se sucedieron cinco gobiernos diferentes. Los partidos políticos con mayor fuerza eran: • Partidos liberales, de centro. • Partido Socialista Italiano (PSI), de izquierdas. • Partido Comunista Italiano (PCI), escisión del PSI. • Partido Popular (PP), de inspiración católica y que recogía las aspiraciones de los 3 Fernando Peris Alcantud (profesor de Geografía e Historia) Tema 9.
Democracias y totalitarismos (1918-1939) (Historia del Mundo Contemporáneo) sectores antisocialistas. A todo lo anterior hay que sumar el nacionalismo exaltado, derivado de la frustración, tras la Primera Guerra Mundial, ya que las promesas de recuperar las tierras irredentas1 no se habían cumplido totalmente: Sucedía con tierras de población italiana en la costa dálmata, bajo control yugoslavo, o con la ciudad de Fiume, disputada por italianos y yugoslavos, y que había quedado bajo control de la Sociedad de Naciones (SDN). El nacionalismo, muy arraigado entre los excombatientes (los Arditi), condujo a un grupo de ellos, liderados por el poeta fascista
Gabriele d´Annunzio, a protagonizar la anexión del Fiume en 1924. ➢ 2.2. La formación del Partido Nacional Fascista En 1919, Benito Mussolini (1883-1945), un ex militante socialista expulsado del partido, fundó los llamados Fasci Italiani di Combattimento, un movimiento que agrupaba antiguos combatientes y que tenía un programa populista y nacionalista. En Noviembre de 1921, Mussolini transformó los Fasci en el Partido Nacional Fascista, que se presentó como instrumento eficaz frente al comunismo y a la bolchevización de Italia. Mussolini dotó a su partido de un programa nuevo: Discurso populista en la social. Defensor de la propiedad privada. Fuerte nacionalismo. Proyecto expansionista y militarista en la política exterior. El partido adquiríó una simbología propia. Los fascistas adoptaron: La camisa negra como uniforme. El saludo a la romana con el brazo en alto. Las bases del partido se nutrieron de: Sectores obreros descontentos con la situación política y social. La pequeña burguésía, atemorizada ante la crisis y el ascenso de las fuerzas revolucionarias obreras. El partido pronto fue bien visto entre: Los industriales. Los grandes propietarios de tierras. Sectores del ejército, o el propio gobierno, ya que lo consideraban un buen instrumento para frenar el socialismo y el comunismo. La Confindustria, la mayor organización patronal italiana. Las escuadras fascistas (Fasci di Combattimento) protagonizaron numerosos actos de violencia social: Expediciones de castigo contra políticos, ayuntamientos y periódicos de izquierda. Pretendían acallar toda forma de oposición atemorizando a la población a golpes de porra y con acciones vejatorias. Contaban con la complicidad de la policía, que actuaba contra ellos sin contundencia, y de la justicia, que dictaba penas simbólicas a los escuadristas. En 1921 fueron asesinadas unas 600 personas. 1 El irredentismo predicaba la anexión al nuevo Estado italiano de otros territorios limítrofes o próximos por razones lingüísticas, culturales o históricas, para que Italia alcanzara, según los irredentistas, sus “fronteras naturales”. 4 Fernando Peris Alcantud (profesor de Geografía e Historia) Tema 9. Democracias y totalitarismos (1918-1939) (Historia del Mundo Contemporáneo) El Partido Nacional Fascista crecíó rápidamente y en 1922 alcanzaba los 700000 afiliados. ➢ 2.3.
La tendencia a la autarquía económica. En 1933 se creó el Instituto para la Reconstrucción Industrial (IRI): Con la finalidad de ayudar a las empresas con dificultades mediante la compra de sus acciones a los grandes bancos a través de empresas filiales públicas. El Estado fue haciéndose con el control de sectores importantes de la economía (electricidad, siderurgia, construcción naval, química…). En 1934, el Estado adoptó políticas proteccionistas y establecíó un estricto control de los intercambios. La política autárquica condujo a una cierta renovación de la industria nacional, pero, en contrapartida, generó una producción industrial de elevados costos y baja calidad. La orientación militarista de la industria distorsiónó la producción y comportó el estancamiento de la industria ligera y de bienes de consumo. El fascismo invirtió en las obras públicas poniendo en marcha proyectos destinados a frenar el desempleo y diseñó un programa agrario para fomentar la producción y un plan de incentivación de la natalidad. El principal beneficiario fue la poderosa y reducida oligarquía, identificada políticamente con el Partido Nacional Fascista. El nivel de vida de los italianos se situó por debajo del europeo. Los salarios reales disminuyeron y el paro aumentó en casi 900000 personas entre 1926 y 1934. ➢ 2.6.
Democracias y totalitarismos (1918-1939) (Historia del Mundo Contemporáneo) sectores antisocialistas. A todo lo anterior hay que sumar el nacionalismo exaltado, derivado de la frustración, tras la Primera Guerra Mundial, ya que las promesas de recuperar las tierras irredentas1 no se habían cumplido totalmente: Sucedía con tierras de población italiana en la costa dálmata, bajo control yugoslavo, o con la ciudad de Fiume, disputada por italianos y yugoslavos, y que había quedado bajo control de la Sociedad de Naciones (SDN). El nacionalismo, muy arraigado entre los excombatientes (los Arditi), condujo a un grupo de ellos, liderados por el poeta fascista
Gabriele d´Annunzio, a protagonizar la anexión del Fiume en 1924. ➢ 2.2. La formación del Partido Nacional Fascista En 1919, Benito Mussolini (1883-1945), un ex militante socialista expulsado del partido, fundó los llamados Fasci Italiani di Combattimento, un movimiento que agrupaba antiguos combatientes y que tenía un programa populista y nacionalista. En Noviembre de 1921, Mussolini transformó los Fasci en el Partido Nacional Fascista, que se presentó como instrumento eficaz frente al comunismo y a la bolchevización de Italia. Mussolini dotó a su partido de un programa nuevo: Discurso populista en la social. Defensor de la propiedad privada. Fuerte nacionalismo. Proyecto expansionista y militarista en la política exterior. El partido adquiríó una simbología propia. Los fascistas adoptaron: La camisa negra como uniforme. El saludo a la romana con el brazo en alto. Las bases del partido se nutrieron de: Sectores obreros descontentos con la situación política y social. La pequeña burguésía, atemorizada ante la crisis y el ascenso de las fuerzas revolucionarias obreras. El partido pronto fue bien visto entre: Los industriales. Los grandes propietarios de tierras. Sectores del ejército, o el propio gobierno, ya que lo consideraban un buen instrumento para frenar el socialismo y el comunismo. La Confindustria, la mayor organización patronal italiana. Las escuadras fascistas (Fasci di Combattimento) protagonizaron numerosos actos de violencia social: Expediciones de castigo contra políticos, ayuntamientos y periódicos de izquierda. Pretendían acallar toda forma de oposición atemorizando a la población a golpes de porra y con acciones vejatorias. Contaban con la complicidad de la policía, que actuaba contra ellos sin contundencia, y de la justicia, que dictaba penas simbólicas a los escuadristas. En 1921 fueron asesinadas unas 600 personas. 1 El irredentismo predicaba la anexión al nuevo Estado italiano de otros territorios limítrofes o próximos por razones lingüísticas, culturales o históricas, para que Italia alcanzara, según los irredentistas, sus “fronteras naturales”. 4 Fernando Peris Alcantud (profesor de Geografía e Historia) Tema 9. Democracias y totalitarismos (1918-1939) (Historia del Mundo Contemporáneo) El Partido Nacional Fascista crecíó rápidamente y en 1922 alcanzaba los 700000 afiliados. ➢ 2.3.
La marcha sobre Roma y la llegada al poder
El Partido Nacional Fascista demostró que contaba con una buena organización en la huelga de Agosto de 1922. Convocada por todas las fuerzas de izquierda. Los fascistas comunicaron al gobierno que si no era capaz de imperdirla ellos sustituirían al Estado. El golpe definitivo para hacerse con el poder llegó con la marcha sobre Roma, en Octubre de 1922: Los fascistas anunciaron que si el gobierno era incapaz de restablecer el orden y la autoridad, ellos marcharían hacia la capital y reclamarían el poder. Miles de “camisas negras” ocuparon los edificios públicos de la capital y empezaron a controlar las instituciones y las comunicaciones del norte de Italia. El gobierno quiso proclamar el estado de excepción, pero el rey se negó a firmar el decreto y el gobierno dimitíó. Asumiendo toda la responsabilidad, Víctor Manuel III pidió a Mussolini el 30 de Octubre que constituyese un nuevo ejecutivo. En el proceso de entrega del poder al fascismo, dos instituciones desarrollaron un papel decisivo: la Monarquía y el Ejército. El establecimiento de la dictadura fascista fue el resultado de un proceso de restricción de las libertades que se llevó a cabo entre 1922 y 1924: Primero, un gobierno de coalición entre diferentes fuerzas políticas mantuvo formalmente la vida parlamentaria, así como la libertad política y sindical. El viraje definitivo hacia la dictadura tuvo lugar en 1924, a raíz del asesinato del diputado socialista Matteotti, quien había denunciado los críMenes perpetrados por las escuadras fascistas y el fraude con que el Partido Nacional Fascista (PNF) había conseguido ganar las elecciones. Los fascistas estaban directamente implicados en el asesinato, y para no tener que enfrentarse a las críticas del Parlamento, Mussolini asumíó plenos poderes y silenció a toda oposición. ➢ 2.4. La dictadura fascista A partir de 1925, Mussolini, el Duce, inició un proceso encaminado a convertir Italia en un régimen totalitario. Estado y PNF quedaron completamente identificados. Una ley nombró a Mussolini jefe de Gobierno y le otorgó todos los poderes: Nombraba y revocaba a los ministros. Legislaba mediante decretos. Controlaba todo el poder ejecutivo. Fueron prohibidos los partidos políticos, a excepción del PNF (Ley Brocco de 1924) y los sindicatos, que fueron integrados en 22 corporaciones y contaban también con representación de las organizaciones patronales. En 1928, el Parlamento pasó a depender del Gran Consejo Fascista (órgano superior del partido), encargado en última instancia de elegir a sus miembros. En 1929, el Parlamento fue sustituido por un órgano consultivo formado por los dirigentes de las corporaciones fascistas: la Cámara de los Fasci y de las Corporaciones. Se creó una policía política, la Organización de Vigilancia y Represión del Antifascismo (OVRA), que perseguía a los opositores. El régimen de Mussolini supo atraerse a la Iglesia católica: 5 Fernando Peris Alcantud (profesor de Geografía e Historia) Tema 9. Democracias y totalitarismos (1918-1939) (Historia del Mundo Contemporáneo) Juntos firmaron los Pactos de Letrán (1929), que supusieron el reinicio de las relaciones entre la Iglesia romana y el Estado, después de la ruptura que se había producido en 1870 (proceso de unificación italiana). El Papa Pío XI reconocíó el Reino de Italia y Roma como su capital. El Estado italiano se comprometía a conceder al Vaticano una renta anual. A pesar de cierta oposición de algunos sectores católicos, el apoyo del papado al fascismo constituyó uno de sus puntales más sólidos. También contribuyó a la popularidad del fascismo su política nacionalista y expansionista: Se promovíó la remilitarización. Se inició una campaña para recuperar los territorios irredentos, algunos de los cuales tenía como objetivo la rectificación de las fronteras con Francia (Niza, Saboyá…). La política expansionista fascista implicaba la posesión de territorios coloniales en Europa (islas del Dodecaneso y Albania) y en África (Eritrea, Somalía, Libia y Abisinia, actual Etiopía). ➢ 2.5. Un fuerte dirigismo económico En el terreno económico, el fascismo se caracterizó por: Un fuerte intervencionismo estatal. El proteccionismo a la industria nacional.La tendencia a la autarquía económica. En 1933 se creó el Instituto para la Reconstrucción Industrial (IRI): Con la finalidad de ayudar a las empresas con dificultades mediante la compra de sus acciones a los grandes bancos a través de empresas filiales públicas. El Estado fue haciéndose con el control de sectores importantes de la economía (electricidad, siderurgia, construcción naval, química…). En 1934, el Estado adoptó políticas proteccionistas y establecíó un estricto control de los intercambios. La política autárquica condujo a una cierta renovación de la industria nacional, pero, en contrapartida, generó una producción industrial de elevados costos y baja calidad. La orientación militarista de la industria distorsiónó la producción y comportó el estancamiento de la industria ligera y de bienes de consumo. El fascismo invirtió en las obras públicas poniendo en marcha proyectos destinados a frenar el desempleo y diseñó un programa agrario para fomentar la producción y un plan de incentivación de la natalidad. El principal beneficiario fue la poderosa y reducida oligarquía, identificada políticamente con el Partido Nacional Fascista. El nivel de vida de los italianos se situó por debajo del europeo. Los salarios reales disminuyeron y el paro aumentó en casi 900000 personas entre 1926 y 1934. ➢ 2.6.
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