28 Abr

LA EDUCACIÓN MORAL EN EL AULA

Moral significa costumbre, la manera de comportarse por costumbre. El interés por la educación moral va en aumento, contribuyendo a paliar valores como la falta de civismo, los móviles económicos…

La formación morales una necesidad; por constitución, el ser humano es moral, la referencia al bien o al mal es indiscutible . En muchas civilizaciones se formulan códigos morales enfocados a la ética fundada en la conducta y girando en torno al eje de lo bueno. Es evidente la dimensión moral de la educación: el  ser humano es dador y receptor de la moral –en cuanto a costumbre-, aunque ésta es inherente al acto moral. 

Respecto a este acto, un programa de educación moral debe contemplar: formación del comportamiento, del carácter personal, formación en valores, educar en la argumentación y razonamiento, así como en el sentimiento.
En definitiva, hacer más humano al hombre.

Por otra parte, educar moralmente implica influir en la conducta, cambiarla cuando no es correcta, formar el CARÁCTER, entendido como la personalidad moral del sujeto, que requiere una formación y una de cuyas tareas es la de interiorizar los valores morales –destacar la dignidad humana, fundamento de todos los demás; junto a ella, libertad, igualdad, responsabilidad y los valores democráticos para una vida en común-

Otra tarea ineludible es educar moralmente los SENTIMIENTOS, definidos como ‘estado de ánimo producido por fenómenos que causan impresión”. Se dividen en dos grandes categorías:  

Sentimientos autocríticos


Autocensura o autoevaluación negativa (culpa, vergüenza, remordimiento)

Sentimientos pro-sociales


Reacción ante la aficción de los demás (empatía y simpatía)

ESTRATEGIAS DE LA FORMACIÓN MORAL

Ya hemos dicho que para la formación de virtudes –o inculcación de valores- es necesario conocer, estimar e interiorizar y practicar los valores. Por tanto, las estrategias para la educación moral deberán atender al desarrollo del conocimiento moral, a los sentimientos y a la acción:

Conocimiento: conocimiento moral, conocimiento de los valores morales, autocontrol.

Sentimientos: autoestima, empatía, amor al bien, autocontrol.

Acción: competencia, voluntad, hábitos morales.

El educador puede ser ejemplo para los alumnos, pudiéndose identificar con él –según el grado de admiración o respeto-, tomando su ejemplo y orientación. Las relaciones interpersonales en el aula -profe/alumnos, y alumnos entre sí- condiciona el clima moral en el que lo ideal sería que se desarrollaran la participación democrática, la justicia, la solidaridad y la cooperación. En esta atmósfera es posible y necesario- el diálogo y el encuentro para conocer los distintos puntos de vista que puedan coexistir en el aula, que siempre deben ser racionales y razonados

Éstas son las estrategias que posibilitan la formación de una actitud moral: promover en el educando la necesidad de ir a la búsqueda de una eficaz y efectiva norma moral, hacer reflexionar sobre los problemas planteados y, finalmente, motivar a la actuación.

EL CONFLICTO BAJO LA PERSPECTIVA MORAL


El conflicto es una situación de enfrentamiento personal (dos o más personas, grupos…) provocada por una confrontación de intereses (reales o supuestos) No es espontáneo, sino que generalmente tiene un período de gestación y va tomando fuerza hasta manifestarse claramente. El  conflicto pueden ser:

Real


Incompatibilidad de valores o fines.
Irreal: no existe incompatibilidad, pero sí un deseo de liberar la agresividad del sujeto o grupo.

Primario

Las partes entran directamente en disputa.

Secundario

Participan representantes de las partes enfrentadas.

Institucionalizado

El comportamiento es previsible puesto que hay unas reglas claras.

Defensivo

Impedir una acción contra uno en defensa propia.

Destructivo

Arrebatar a otro algo que es de su propiedad.

Obstructivo

Apropiarse de lo que otro desea tener.

Político

Deseos de ganar un adepto o una conciencia por medios no correctos.

Militar

Tratar de anular al enemigo mediante la guerra.

El conflicto aparece en la vida cotidiana y, consecuentemente, en la escolar. La convivencia entre alumnos, profesores y personal diverso, puede originar situaciones en las que aflora la disparidad; Intereses contrapuestos, necesidades reales o creadas pueden inducir un conflicto en el aula. Responder ante ello es una responsabilidad moral; la formación en actitudes y valores es la herramienta preferente para la resolución del conflicto.

Tipología de las categorías del comportamiento antisocial:


Disrupción


Impedir el desarrollo normal de la clase.

Problemas de disciplina


Conflictos entre profes y alumnos.

Maltrato entre compañeros


(buylling), intimidación y victimizacion entre iguales.

Vandalismo y daños materiales


Agresión física y violencia concreta.

Acoso sexual

Otros


Absentismo, prácticas ilegales (plagios, influencias, ‘enchufismo’…)

Se están llevando a cabo distintos programas para fomentar el desarrollo moral:
Educación para la democracia, educación progresiva, aprendizaje cooperativo, educación en una sociedad multicultural, respuestas constructivas a normas injustas, prevención de la violencia, pensamiento crítico, administración local. Es necesario educar para el conflicto, fomentando una formación moral adecuada, in ambiente propicio y una reflexión crítica y constructiva; saber escuchar y dialogar, empalizar, mostrar interés, ser positivos, estar dispuesto a recibir críticas, comprometerse… son habilidades sociales necesarias que es necesario fomentar y desarrollar en el alumnado para la resolución de conflictos.

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