20 Jun

Variedades del Castellano Meridional

Las variedades andaluza y canaria actuales proceden de los cambios producidos en el castellano desde que comenzó a expandirse por el al-Ándalus, en el S.XIII, hasta la actualidad. Ya en el S.XVI existe una norma sevillana, diferente de la norma toledana: la primera será la que se afiance en Andalucía y se extienda por Canarias y América; la segunda, fue la que sirvió para fijar el modelo común de la lengua escrita. Los rasgos que se aceptan como propios del castellano meridional responden a dos tendencias generales: la simplificación del sistema consonántico y la relajación articulatoria. Entre los rasgos más característicos, a nivel general destacan:

  1. Yeísmo. (pollo/poyo).
  2. Aspiración de -s en posición final de sílaba.
  3. Neutralización de /l/ y /r/ en posición final de sílaba (mi arma).
  4. Seseo (cocer/coser).
  5. Relajación y caída de consonantes sonoras intervocálicas. (sentio).
  6. Relajación de los sonidos correspondientes a ch y j. (dehá=dejar).

2.1. El Andaluz

Se habla en: Andalucía, Gibraltar, Ceuta y Melilla. El castellano llega a Andalucía en el S.XIII, con la Reconquista. La implantación del castellano se acabará en 1492. El andaluz irá consolidando sus diferencias con el castellano en los siglos siguientes. Queda configurado tal como es hoy en los S.XVII-XVIII. Los principales rasgos lingüísticos son:

  1. En algunas zonas se da el ceceo o confusión de s y c en favor de c: cazerío (por caserío). En otras zonas se da el seseo o confusión de s y c favor de s: sapato (por zapato).
  2. Confusión de -l y -r en final de sílaba: arma (por alma).
  3. Aspiración de la -s final de sílaba: lah niñah (por las niñas)
  4. Relajación en la pronunciación de la ch: coshe, (por coche).
  5. Aspiración de consonantes finales: caló (por calor).
  6. Aspiración de –j: harrón, (por jarrón).
  7. Relajación y pérdida de la -d Intervocálica: Graná, (por Granada).
  8. Uso de ustedes por vosotros en la 2ª persona del plural y en la 3ª del plural: ustedes vais, (por vosotros vais), ustedes van, (por ellos van).
  9. Preferencia por los diminutivos -illo/-a: -ico/-a: chiquilla, pajarico.

2.2. El Extremeño

Se habla en Extremadura. Después de la Reconquista, las tierras extremeñas fueron ocupadas por castellanos, leoneses y andaluces. Es un habla que comparte rasgos del leonés y del andaluz. Los principales rasgos lingüísticos son:

  1. Confusión de -y -r en final de sílaba: saltén (por sartén).
  2. Desaparición de –l y-r en final de palabra: mejó (por mejor).
  3. Aspiración de la -s final de sílaba o palabra: mihmoh (por mismos).
  4. Presencia de las vocales i, u en vez de -e, o; alcaldi, abaju, (por alcalde y abajo). Se da en zonas rurales.
  5. Conservación del grupo consonántico latino mb: lamber (por lamer).
  6. Pérdida de la -d intervocálica: he venio, (por he venido).
  7. Aspiración de la -j: botiho, (por botijo).
  8. Preferencia por los diminutivos terminados en -ino: chiquinino.
  9. Aspiración de f- inicial latina: harina, (en latín FARINA)
  10. Uso del posesivo acompañado del artículo: el mi amigo.

2.3. El Murciano

Se habla en la Comunidad de Murcia. En él se aprecian rasgos del aragonés y del andaluz. A este dialecto meridional se le denomina panocho.

La reconquista de la zona murciana fue castellana en un principio, pero Jaime I ayudó a Alfonso X a someter a los moriscos y, desde entonces hasta el S.XIV, hubo una gran presencia catalana y aragonesa. Los principales rasgos lingüísticos son:

  1. Se da el seseo o confusión de s y c en favor de s: sapato (por zapato).
  2. Confusión de -l y -r en final de sílaba: arta (por alta).
  3. Aspiración de la -s final de sílaba: lah niñah / la niña (por las niñas).
  4. Pérdidas de las consonantes -d- y -b- intervocálicas: piazo-peazo, (por Pedazo).
  5. Conservación de las consonantes sordas intervocálicas: acachar (por agachar).
  6. Tendencia a añadir infijos nasales: muncho, (por mucho).
  7. Diminutivo en -ico: pajarico (por pajarillo).
  8. Palabras procedentes del catalán y del aragonés: yago (por abuelo), ansias (por náusea).

2.4. El Canario

Cuando el castellano llegó a Canarias en el S.XV, se impuso sobre la lengua originaria, el guanche, que se perdió. La colonización se efectuó por población de Andalucía. De ahí que sus características sean similares, aunque con diferencias de entonación y de léxico, dadas la influencia ejercida por el portugués y por el español de América. Los principales rasgos lingüísticos son:

  1. Se da el seseo o confusión de s y c en favor de s: sapato (por zapato).
  2. Confusión de –l y –r en final de sílaba, aunque no en los hablantes cultos: arma (por alma).
  3. Aspiración de la -s final de sílaba o palabra: cohta (por costa).
  4. Relajación en la pronunciación de la ch: coshe, (por coche).
  5. Entonación distinta a la andaluza y parecida a las variedades caribeñas de América.
  6. Uso de ustedes por vosotros en la 2ª persona del plural y en la 3ª del plural: ustedes vais, (por vosotros vais), ustedes van, (por ellos van).
  7. Uso del verbo haber como personal: habían muchas personas.
  8. Léxico procedente del guanche (gofio, harina de trigo), del portugués (zurdo, millo) y de las América (guagua, autobús; papas, patatas).

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