Factores que Influyen en la Distribución de la Vegetación en Montaña

La distribución escalonada de la vegetación en distintos pisos en las montañas se debe a varios factores clave:

• Altitud: La temperatura disminuye con la altitud (aproximadamente 0,65ºC por cada 100 metros de ascenso). La pendiente también influye, ya que reduce la capacidad del suelo para desarrollar vegetación al dificultar su formación.
• Orientación (Solana y Umbría): Las zonas de solana, orientadas al sol y con más horas de insolación, son más secas y cálidas. Las zonas de umbría, con menor exposición solar, son más húmedas.
• Orientación respecto a los Vientos Dominantes: Las laderas expuestas a los vientos (barlovento) reciben lluvias orográficas, mientras que las laderas de sotavento experimentan el efecto Foehn (viento seco y cálido).

Cliseries Vegetales en Diferentes Sistemas Montañosos de España

Se presenta un perfil simplificado de una montaña con la representación esquemática de una cliserie vegetal, mostrando los intervalos de altitud, los pisos de vegetación y las principales especies o formaciones vegetales correspondientes a cada piso. La altitud máxima, en torno a los 3.500 metros, es un factor determinante para identificar la cliserie.

Cordillera Cantábrica

Piso Basal

• Fachada Norte (más fresca y húmeda): Predominio del roble (Quercus robur), especie caducifolia del bosque atlántico.
• Fachada Sur: Dominio de la encina (Quercus ilex), especie perennifolia del bosque mediterráneo, adaptada a inviernos más fríos. Se extiende por las solanas de la vertiente cantábrica.

Piso Montano

• Fachada Norte: Haya (Fagus sylvatica), especie caducifolia del bosque atlántico. Soporta mejor el frío que el roble, extendiéndose entre 600 y 1700 metros en la fachada norte, y de 1400 a 1700 metros en la fachada sur (debido a su necesidad de humedad).
• Fachada Sur: Rebollo (Quercus pyrenaica), especie marcescente (mantiene hojas secas en invierno) que tolera bajas temperaturas y menores precipitaciones. Usos tradicionales: madera para construcción y leña, frutos para el ganado.

Piso Subalpino

Presencia de landa (brezos), formación propia del bosque atlántico que surge como degradación del mismo o debido a condiciones climáticas adversas. Incluye plantas como el tojo y el brezo.

Piso Alpino

Por encima de los 2000 metros, predominan los prados. La acumulación de nieve en invierno impide el crecimiento de especies de mayor porte. Estos pastos se utilizan para la alimentación del ganado.

Sierra Nevada (Cordilleras Béticas)

Piso Basal (hasta 400 m)

Dominado por maquia, formación arbustiva adaptada a la aridez y altas temperaturas. Incluye especies como jara, brezo, lentisco y retama.

Piso Montano (hasta 1200 m)

Bosque esclerófilo mediterráneo, principalmente encinas carrascas (Quercus rotundifolia). Raíces profundas para aprovechar las precipitaciones. Usos: bellotas para ganado, carbón vegetal y madera. Sotobosque de maquia y garriga.

Piso Subalpino (hasta 2000 m)

Transición de especies perennifolias a arbustivas. Incluye carrascas, rebollos (marcescentes) en la parte central, y sabinas y enebros en la parte alta. Los rebollos soportan sequías y heladas.

Piso Alpino (hasta 2700 m)

Especies arbustivas de altura media, como enebros y sabinas, adaptadas al frío.

Piso Nival (hasta 3500 m)

Matorral bajo (piorno), estepa de montaña con plantas herbáceas de crecimiento estacional, musgos, líquenes y endemismos como la violeta de Sierra Nevada (Viola crassiuscula).

Sistema Central

Piso Basal (600-1200 m)

Dominio del encinar (Quercus ilex). Resistente a la sequía y adaptable a diferentes suelos. Usos tradicionales: bellotas para ganado, madera para diversos usos. Actualmente, alimentación del cerdo ibérico.

Piso Montano (1200-1700 m)

Presencia del robledal (Quercus robur, Quercus petraea). Necesita humedad y tolera mal el frío. Madera utilizada para carbón, construcción, muebles, etc.

Piso Subalpino (+1800 m)

Restos de hayedos (Fagus sylvatica), adaptados al frío y la humedad, pero no al calor. Prefieren suelos calizos. Madera para carbón, celulosa y construcción. Repoblaciones de pino albar (Pinus sylvestris), aprovechado por su madera y resina, adaptado al frío y la aridez.

Piso Alpino (+2000 m)

Matorral y prados debido al frío. Especies: jaras, enebro rastrero y piorno. En las cumbres, prados herbáceos. Uso principal: pastos para el ganado.

Inexistencia del Piso Nival

Al ser una montaña de altitud media, no se desarrolla este piso.

Pirineos Centrales

Piso Basal (0-400 m)

Dominio de la carrasca (Quercus rotundifolia). Resistente a la sequía y adaptable. Usos tradicionales: bellotas para ganado, madera para diversos usos.

Piso Montano (400-1200 m)

• Umbría: Carrascas en altitudes bajas, pinos albares (Pinus sylvestris).
• Solana: Robles (Quercus spp.). Los pinos albares son resistentes a condiciones extremas y suelos variados.

Piso Subalpino (1200-2400 m)

Dominio de coníferas.

• Solana: Pino albar en altitudes bajas, reemplazado por pino negro (Pinus uncinata) a mayor altitud. El pino negro tolera terrenos extremos y bajas temperaturas.
• Umbría: Bosques mixtos de abetos (Abies alba) y hayas, pino negro y prados.

Piso Alpino (2400-3000 m)

Cubierto de nieve durante ocho meses. Predominan los prados alpinos y plantas rupícolas.

Piso Nival (+3000 m)

Cubierto de nieve casi todo el año. Musgos y líquenes en las grietas de las rocas.

Impacto Humano y Conservación del Medio Ambiente

Intervención Humana en la Naturaleza

El ser humano causa problemas medioambientales (sobreexplotación, contaminación) y desarrolla políticas para solucionarlos. Desde la creación de ICONA en 1971 y la Constitución de 1978, la política medioambiental española se basa en acuerdos internacionales, directrices de la Unión Europea y normativas estatales y autonómicas. Objetivos: prevención, corrección y conservación.

Alteración del Relieve

• Relieve Continental: Alterado por actividades extractivas (minas) e infraestructuras (túneles, carreteras).
• Relieve Costero: Afectado por la presión urbanística, desaparición de playas (extracción de grava y arena) y estructuras artificiales (diques, puertos deportivos). La Ley de Costas (reformada en 2013) busca recuperar la «naturalidad» de la costa, garantizando el uso público y recuperando tramos degradados.

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